Del saco y corbata al jean y zapatillas

La opinión de Ariela Fefer, Directora de Operaciones de Softtek para Sudamérica Hispana, sobre la evolución de las entrevistas laborales

Trabajar en Recursos Humanos permite experimentar los cambios generacionales en el mercado laboral. Categorías como millennials, generación X y baby boomers toman un significado real cuando es posible asociarlas a identidades concretas, a nombres y apellidos individuales. Hace 20 años, cuando fundamos Softtek en Argentina, nos propusimos un objetivo claro: tener los mejores colaboradores del mercado IT.

Con más de dos décadas entrevistando candidatos, experimenté en primera persona cómo las contrataciones cambiaron radicalmente: del saco y corbata al jean y zapatillas.

Corría el año 1997. Por aquel entonces, los perfiles de los profesionales del mundo de la tecnología eran en su mayoría más duros. Eso se percibía desde el minuto uno, cuando acudían postulantes vestidos en impecable traje. Más allá de la ropa, había cierta distancia entre entrevistador y entrevistado.

Los candidatos se limitaban a hacer preguntas estrictamente laborales y escuchaban atentamente las condiciones que la empresa tenía para ofrecer, casi sin exigir mayores beneficios. El plan de carrera de la persona era uno de los principales tópicos del encuentro, porque se buscaba la proyección a largo plazo.

Por estos días, el escenario es distinto. Los jóvenes que se incorporan a la compañía buscan conversaciones mucho más ágiles. Por lo general, se realiza un primer contacto remoto, ya sea por teléfono o video conferencia antes de la entrevista presencial. En esas interacciones, se habla acerca de cuáles serán sus tareas, qué beneficios percibirán de la compañía -como el home office, horario flexible o días libres- y cuál será su remuneración.

Una vez generado el interés en el postulante, se realiza la entrevista presencial para ultimar detalles. Allí, los jóvenes profesionales acuden con una actitud mucho más relajada: desde la vestimenta hasta la búsqueda de obtener mayores beneficios.

Al igual que la tecnología, siempre cambiante, evolucionando a pasos agigantados, las empresas deben adecuarse a los requerimientos de los colaboradores que ya forman parte de la plantilla y de las futuras incorporaciones si quieren atraer a los mejores del mercado. Una empresa con el mejor plantel, hoy, es un crisol de corbatas y zapatillas.

(*) Ariela Fefer: Directora de Operaciones de Softtek Sudamérica Hispana.