La cuarta revolución industrial: el software de calidad como protagonista

La opinión de Alejandro Bianchi, presidente de Liveware

La cuarta revolución industrial que estamos viviendo no tiene precedentes en la historia. En esta revolución del conocimiento, donde lo trascendente es el cambio tecnológico en el acceso y disponibilidad de la información, la transformación digital está llegando a todos los niveles de la sociedad. El software es hoy responsable de cambios en la manera de proveer productos y servicios, al mismo tiempo que aplicaciones de misión crítica tienen mayor relevancia en cuestiones como salud, defensa, gestión de ciudades, por mencionar algunos representativos.

Este presente está plagado de oportunidades para el desarrollo de una industria del software que genere riqueza y bienestar para aquellos países que apuesten a su desarrollo. Pero también representa un desafío importante debido a que las exigencias del nuevo software reclaman calidad creciente en tiempos predecibles y a costos competitivos. Estos parámetros no han sido, históricamente, atributos generalizados del software, múltiples estudios académicos e industriales prueban esta afirmación, (SEI reports, Gartner, etc.): Se ha avanzado mucho en plataformas, lenguajes y métodos, pero los problemas básicos del software siguen siendo los mismos: atrasos, retrabajo, insatisfacción del cliente, mala calidad final.

Generar software siempre ha sido complejo, pero esta complejidad se incrementa a medida que más aplicaciones y/o sistemas toman relevancia en las organizaciones. Esta complejidad se puede caracterizar en base a los puntos siguientes:

  1. Stakeholders interactuando a la vez, alrededor de una aplicación de software
  2. Integración entre múltiples aplicaciones para satisfacer mayores demandas funcionales
  3. Desarrollos que involucran varios proveedores
  4. Foco en propiedades del software más allá de su funcionalidad, tales como seguridad, performance, mantenibilidad, disponibilidad e interoperabilidad.
  5. Nuevas tecnologías tales como Big Data, Cloud Computing, Mobile y Computación Cognitiva que obliga a repensar la manera de producir y gestionar sistemas.
  6. En este escenario es importante reconocer que las maneras tradicionales de resolver el desarrollo de software no son ni serán suficientes en el futuro, incluyendo la concepción de calidad.
  7. La calidad de productos se debe mantener en los servicios post-venta, de manera de garantizar una operación eficiente acorde a las necesidades del negocio.


Pensar en mejorar la calidad es apostar a una manera diferente de manejar el negocio, sea este el software en sí mismo o sea el soporte de la operatoria de una dada industria y/o servicio, en donde los valores están puestos en una manera profesional de producir software y donde cambiamos stress por métodos e incertidumbre por la gestión de información para la toma de decisiones técnicas y de administración. Con el crecimiento de la complejidad y la demanda del mercado, aquellas organizaciones que no sean capaces de gestionar sus aplicaciones no podrán gestionar su negocio en un futuro cercano.

(*) Alejandro Bianchi: Presidente de Liveware IS