Amnistía Internacional acusa a Yahoo!, Microsoft y Google

Por Sebastián Premici
Amnistía Internacional difundió ayer un informe sobre la censura en China, donde acusó a las empresas Yahoo!, Microsoft y Google de contribuir con el Gobierno comunista a la prohibición del derecho humano a la libertad de expresión en ese país. Estados Unidos también está desarrollando una política restrictiva y Google apareció en los últimos meses como defensora de los derechos de sus usuarios. Sin embargo, en el caso chino, existen 111 millones de razones para aceptar la censura, aunque sea un poquito.

Existen 111 millones de razones para que empresas de Internet se radiquen en China. 111 millones de motivos (económicos) por los cuales un poquito de censura podría pasar desapercibida. 111 millones de razones para Google, Microsoft y Yahoo! acepten la coerción de un Gobierno a cambio de poder tener operaciones comerciales mientras que en su país de origen, algunas de ellas –es el caso de Google- proclaman la libertad en contra de la violación de la privacidad de sus usuarios. A veces, la libertad de pensamiento y el libre mercado bien pensante puede modificarse un ápice por una cuestión de escala. Al menos esto es lo que cree Amnistía Internacional, que denunció a estas tres multinacionales de colaborar junto al Gobierno Chino en la censura al acceso a Internet.

Según el documento difundido ayer por Amnistía Internacional, se constata que Internet puede ser un instrumento de represión donde el monitoreo de las comunicaciones, la censura y el filtrado de bases de datos permite a ciertos Gobiernos restringir la libertad de expresión, considerada un derecho humano. El informe está centrado en las acciones del Gobierno Chino y en el accionar de las empresas Yahoo!, Microsoft y Google. Sin embargo, cabe indicar que otros mecanismos de “censura” se desarrollan en Estados Unidos bajo otro signo, el del terrorismo. Es decir, la política bien pensante de occidente ve con buenos ojos el control de la información cuando se trata del terrorismo pero, tratándose de un país comunista, la cuestión es otra. Todo tiene el color del cristal con el que se mira.

El Ministerio de Justicia norteamericano le pidió recientemente a la empresa Google, al igual que a otros buscadores en Internet (Yahoo, Microsoft y AOL), una muestra al azar que incluya un millón de búsquedas efectuadas en un día determinado. Pero gracias a un fallo judicial, Google sólo deberá entregar 50.000 direcciones de Internet de su base de datos, pero no términos de búsqueda de sus usuarios. Por su parte, el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Ronald Rumsfeld, indicó en una conferencia de prensa realizada el pasado 1 de febrero que el siglo XXI es propenso a las batallas informativas, teniendo en cuenta todos los soportes tecnológicos: el espectro radioeléctrico; Internet; los teléfonos celulares; los satélites; etc. En esta línea delgada se ubican tanto Estados Unidos como China, aunque los fines que persigan sean diferentes.

En el caso puntual de China, Amnistía Internacional le está pidiendo a las tres empresas mencionadas que se comprometan públicamente a defender la libertad de expresión; que sean transparentes en el caso de que estén filtrando información; que hagan público cualquier arreglo que tengan con un Gobierno; que apelen a cualquier instancia legal antes de someterse a las demandas del país comunista; entre otras medidas.

Caso por caso

Yahoo! fue una de las primeras empresas extranjeras de Internet en entrar al mercado chino, en el año 1999. En 2005 invirtió 1.000 millones de dólares en la firma local Alibaba. Yahoo representa el 40% de las acciones de esta compañía. Por esta transferencia financiera, ahora el buscador de Internet alega que las decisiones de cooperar con el Gobierno chino no dependen de ella sino de la firma local Alibaba. De todas maneras, Amnistía Internacional la acusa de cooperar con la censura en ese país.

Por su parte, Microsoft admitió que responde a directivas del Gobierno Chino al restringir la utilización de ciertos nombres de usuarios para su servicio de MSN, tanto en las direcciones de email, como en los epígrafes de las fotos, entre otras aplicaciones. El pasado 6 de enero, la organización Reporteros Sin Frontera envió una carta al Gobierno estadounidense a raíz de que Microsoft había cancelado el blog de Michael Anti (pseudónimo de Zhao Jing), un periodista crítico con la censura china.

Y en caso de Google, esta compañía lanzó en enero de este año su servicio en el país "censor" pero con la particularidad de que el mismo posee un acceso restringido a ciertos términos. Es decir, que aplicó la autocensura a su propio buscador. Según reconoció la empresa en un comunicado, "para poder operar en China hemos quitado algunos contenidos de la búsqueda de resultados disponibles en Google.cn, en respuesta a las leyes y regulaciones locales" (ver nota).

Teniendo en cuenta que tanto en Estados Unidos como en China se aplican políticas para restringir la información que circula por la red, cabe preguntarse cuán democrático es Estados Unidos o las empresas de esa nacionalidad que a costa de 111 millones de razones, es decir, la cantidad de usuarios de Internet de China, aceptan censurar. ¿Se puede estar bien con Dios y con el Diablo? En todo caso, primero habría que discernir quién es quién (ver más información)