Papel y display comienzan a converger
Por Samanta Cuglia 12 de Enero de 2007Desde Israel, una tecnología que permite escribir en un papel y leerlo en la computadora. Desde Inglaterra una pantalla flexible en la que pueden ser descargados libros y diarios con una conexión inalámbrica.
La empresa Plastic Logic, de origen inglés, planea poner una fábrica en la ciudad de Dresde en Alemania para desarrollar una pantalla electrónica flexible en la que contenidos como libros o periódicos pueden ser visualizados y descargados mediante una conexión inalámbrica. Por su parte, la compañía israelí, Epos, presentó en el marco del CES (Consumer Electronics Show) de Las Vegas, un miniclip electrónico que permite escribir en una hoja de papel y visualizar los trazos en la pantalla de la computadora.
En su sitio, el director de operaciones de Plastic Logic, John Mills, explicó que en las pantallas flexibles se pueden leer documentos "tan confortable y naturalmente como en el papel, ya estemos en la playa, en un tren o en el sillón de nuestras casas". Además, la batería de este dispositivo será autónoma durante miles de páginas, aseguró.
Mientras tanto, Epos ofrece un clip que permite escribir en una hoja de papel y reproducir lo escrito en la pantalla del dispositivo o guardar esas notas para luego pasarlas a una computadora. Para hacer esto se debe fijar el clip a una hoja de papel y escribir con un bolígrafo especial que contiene un emisor inalámbrico. Al escribir, el bolígrafo envía una señal al dispositivo y éste reproduce lo escrito en la pantalla de la PC. A su vez, la aplicación contiene un programa informático de reconocimiento de los caracteres que transforma la escritura hecha a mano en texto mecanografiado.
La producción por parte de Plastic Logic está prevista para 2008, con una capacidad anual inicial de más de un millón de pantallas felxibles, y estiman que el mercado alcanzará 41.6 millones de unidades en 2010. Desde Israel anuncian que lanzarán su clip de escritura a mediados de este año con un precio estimado de 79 dólares. La convergencia entre el papel y el display cada vez es más clara.