Cortarían la conexión a Internet a quienes realicen descargas ilegales

Cada año, en el Reino Unido, cerca de 6 millones de usuarios descargan contenidos de manera ilegal, lo que se traduce en pérdidas millonarias para la industria discográfica y del cine. Basándose en estos datos, el gobierno británico estudia la posibilidad de reglamentar una ley donde los proveedores de servicios de Internet estén obligados a cortar la conexión a los clientes que reincidan en este tipo de prácticas.

Para ello, las autoridades han proyectado un plan cuya metodología consistiría en dar tres avisos tras la detección de una descarga ilegal por parte de un cliente. Primero se le enviaría un correo electrónico notificándole sobre sus acciones, luego se le suspendería temporalmente el servicio. Si al cabo de las primeras dos notificaciones el usuario sigue con sus actividades fraudulentas, se les rescindirá el contrato con su ISP de forma permanente.

La propuesta fue comunicada por el Departamento de Cultura, Medios y Deporte de Gran Bretaña, que señaló: “El contenido y las ofertas para la estrategia se han desarrollado perceptiblemente, y un plan comprensivo para alentar las industrias creativas del Reino Unido será publicado a la brevedad”.

En este sentido, los proveedores más importantes de ese país, como el caso de BT, Virgin y Tiscali, estuvieron en negociaciones con altos representantes de la industria del entretenimiento para introducir un sistema voluntario que limpie las acciones piratas de la Web. De todas maneras, hasta el momento no se llegó a ningún acuerdo en concreto.

Analizando el contexto, James Bates, director de Medios de la consultora Deloitte, aseguró que en la actualidad existen tecnologías para que los ISP puedan identificar cuándo sus clientes descargan contenidos de manera ilegal. “Estos sistemas ayudan a acelerar el proceso de identificación de piratas, y pueden conducir a una desconexión más rápida”, dijo el especialista.

Al respecto de este planteo, la Internet Service Providers Association (organismo que nuclea a los proveedores de Internet británicos) opinó que “los ISP no están más habilitados a inspeccionar y filtrar cada paquete individual que pasa a través de sus redes, que las oficinas de correo postal a abrir cada envoltorio que reciben”.

Si bien el plan propuesto por las autoridades británicas aún no ha sido delineado definitivamente, el problema de la piratería sigue afectando a la industria del entretenimiento mundial cada vez con mayor fuerza. La cuestión estará en encontrar la manera de no perjudicar a todos aquellos que hagan de Internet una herramienta leal de trabajo.

Más información: www.culture.gov.uk.