Un satélite hecho en Río Negro parte rumbo a la NASA

El SAC-D/Aquarius será trasladado a Estados Unidos desde Brasil, para ser lanzado el 9 de junio. Fue fabricado por Invap, una empresa estatal rionegrina, y servirá como un observatorio espacial para el océano, el clima y el medioambiente

El satélite de teleobservación argentino SAC-D/Aquarius, un proyecto espacial conjunto con la NASA, será trasladado hoy a Estados Unidos desde Brasil, donde fue testeado, para ser lanzado el 9 de junio. Su objetivo principal será medir la salinidad de mares y océanos para elaborar modelos climáticos a largo plazo.

Los equipos pesan 44 toneladas y su traslado representa una operación compleja.

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) encargó su fabricación a la empresa estatal rionegrina Invap, y el año pasado fue trasladado desde Bariloche a Sao Joao Dos Campos, donde el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) del vecino país realizó los ensayos ambientales de rigor.

El organismo informó que el SAC-D atravesó con éxito todas las pruebas y ayer comenzó a ser cargado en el avión C17 dispuesto por la NASA para su traslado a la base de lanzamiento de Vandenberg, California, a donde llegará el miércoles para ser puesto en órbita por el cohete Delta II.

En el desarrollo del SAC-D participaron varias entidades y empresas de base tecnológica. Invap fue la contratista principal, y también intervinieron la Comisión Nacional de Energía Atómica, la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, el Instituto Argentino de Radioastronomía y el Centro de Investigaciones Ópticas del CONICET.


Se trata del cuarto, mayor y más complejo satélite del Plan Espacial Nacional de Argentina: pesa 1.341 kilogramos, mide 2,7 metros de diámetro y siete metros de largo. Los datos que recabe serán de vital importancia para estudiar el cambio climático y entender los efectos de las interacciones entre el ciclo del agua, la circulación oceánica y el clima.

Además, medirá la humedad del suelo a gran escala, que permitirá elaborar alertas tempranas de inundaciones y aparición y dispersión de enfermedades, y contribuirá a la producción agroganadera.

Entre los ocho instrumentos que lleva a bordo, el principal es el Aquarius, radiómetro y escaterómetro aportado por la NASA, que demandó una inversión de 200 millones de dólares, y medirá la salinidad del mar.

A su vez, la Agencia Espacial Italiana (ASI) aportó el instrumento ROSA, para tomar perfiles atmosféricos, y la agencia espacial francesa CNES el Carmen 1, para determinar la distribución de micrometeoritos y desechos espaciales.