Misión GPS en acción

Por Pablo Comuzzi - pablo.comuzzi@hotmail.com
En Argentina hay unos 800 mil conductores que usan navegadores. Canal AR salió a la calle con dos geoanalistas de Navteq para ver cómo se hace un relevamiento en el microcentro porteño. Tecnología satelital, piquetes, y sobre todo, muchos cables

La evolución de la cartografía llegó a tal punto que cualquier persona puede tener en su poder un mapa digital para desplazarse en su ciudad, ver sitios de interés, dirigirse a locales o incluso saber dónde hay radares de control de velocidad. Todo gracias a los sistemas de posicionamiento global, más conocidos como GPS (por sus siglas en inglés), que pueden venir en el formato de un navegador personal, o integrados a los teléfonos celulares o automóviles de última generación. Aunque no existen datos oficiales, se calcula que en Argentina hay unos 800 mil vehículos con un dispositivo de este tipo.

1. El auto para hacer relevamientos 2. Martín Conta, en plena labor

Una de las empresas que se dedica al desarrollo de esta clase de contenidos es Navteq. Presente en el país desde 2008, sus mapas pueden encontrarse en smartphones marca Nokia, Samsung y LG; en autos BMW, Fiat, Peugeot, Citroën, Honda y Toyota, y en equipos Xview, Viutech, Philco, Daihatsu o Protrack, por nombrar algunos. Su plantilla está compuesta por geógrafos, cartógrafos, licenciados en turismo y agrimensores.

Canal AR visitó las oficinas de la firma ubicadas en el microcentro porteño, y pudo ver a dos de sus técnicos, Martín Conta y Esteban Riera, en plena labor en la calle. Diez minutos antes de la hora señalada para partir, los geoanalistas prepararon el auto para el relevamiento. El kit consta de dos valijas que contienen un receptor de GPS de precisión diferencial, capaz de ofrecer mayor nitidez que un modelo común, una antena que se coloca en el techo, cables para conectar los equipos, una notebook, una cámara de alta resolución, una tableta digital, y sobre todo, más cables.

Al estar al volante, Riera casi no pronunció palabra alguna durante el recorrido (es política de la empresa), mientras que Conta se dedicó a marcar el camino a seguir, así como hacer anotaciones de lo que había a su alrededor. En su computadora lleva la versión más actual de la zona en la que van a trabajar, llamado mapa base, para orientarse. Las tareas pueden ser diversas, ya sea relevar la red prioritaria de circulación (avenidas como Corrientes o Córdoba) o de calles que la rodean.

“Es algo que lo decide el mercado, en función de las necesidades que hayan, y después nos los comunican a nosotros. Salimos, hacemos el relevamiento y confeccionamos el mapa. Capaz el mes que viene se decide hacer las avenidas más importantes de Córdoba capital, y el año que viene, se hace un trabajo más exhaustivo”, explica Conta.

Martín está en Navteq desde el inicio de sus operaciones en Argentina, en 2008, cuando confeccionaron la red principal de circulación de Capital Federal. Veinticuatro meses más tarde, llegó el turno de hacer calle por calle. También participó activamente del relevamiento del Gran Buenos Aires. “Los viajes lindos llegaron después: Neuquén, Mendoza, San Juan, Córdoba, Salta y Formosa", relata el cartógrafo nacido en Jujuy.

Un punto clave es circular por el centro de la calle, para lograr la captura más fiel posible del terreno. Algo que no resulta sencillo en las grandes metrópolis. “En la parte céntrica se complica. Tenes que pasar dos o tres veces por el mismo lugar. A eso se le suma que entre edificios grandes se corta la señal”, precisó Riera, en lo que fue una de sus contadas intervenciones.

Quien está en el asiento de atrás manejando la computadora que cuenta con un software diseñado por Navteq, crea el archivo del proyecto en el que están trabajando. Y se valen de las imágenes que captura la cámara instalada en el parabrisas, las anotaciones en la tableta digital, e incluso de una grabación de audio. Así, cualquier persona de la compañía, sin importar en el lugar del planeta en el que se encuentre, puede confeccionar el mapa de ser necesario.

De paseo por el mundo. A Martín le tocó, por ejemplo, proveer el soporte para crear el mapa de la isla de Guadalupe, en el Caribe. “Tuve que sufrir”, dice entre risas. Al ver un cartel escrito en francés, se valió de las imágenes para copiarlo, por más que no sabía qué significaba. “Para eso está el video”, aclara. Como mucho, cada expedición puede durar hasta un máximo de dos semanas. Son jornadas completas de ocho horas. “Quedas fulminado cuando termina el día. Salís lo más temprano posible, comes y volves para la hora de los mates”.

Mientras pasa una manifestación a la altura del Ministerio de Trabajo, que el GPS no tenía previsto como parte del trayecto, Conta sostiene que el trabajo de campo “es la frutilla del postre: cualquier empleo te da estar sentado, tomar mate y charlar, pero salir y hacer esto, es único”. Al compás de los bombos y redoblantes, relata que cuando presentó su CV en Navteq fue la primera vez que se sintió extremadamente ansioso. “Me sentía mal, quería que me contacten. Como cartógrafo, para esto es lo que estudio”.

Con visible emoción, relata que en muchos celulares Nokia de amigos y taxistas vio mapas con puntos de interés que él relevó, en zonas donde sí o sí estuvo, y que “es muy loco” ver su puño y letra en los mapas. “Esto es el trabajo de un cartógrafo hoy en día, como para Colón fue subir a una carabela. Es muy gratificante agarrar una base de datos que no tiene movilidad, y hacerla navegable”.



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Más información: www.navteq.com.