¿Cuán innovadores somos los argentinos? Opina Gabriel Baum
16 de Octubre de 2013CanalAR salió a buscar opiniones. "Hace 10 años los pibes iban a la escuela a comer y sacarse los piojos, ahora hay que discutir qué es lo que deben aprender"
"Queremos ser un país que se vea como lugar donde recurrir por sus soluciones creativas e innovadoras", dijo el ministro de CyT Lino Brañao durante el lanzamiento de INNOVAR 2013 (ver también Comenzó INNOVAR 2013).
CanalAR propuso abrir el debate y obtuvo diversas opiniones de personas ligadas a ámbitos de innovación. ¿Qué opina al respecto Gabriel Baum, investigador en el LIFIA, de la Universidad de La Plata?
- ¿En qué medida estamos posicionados en el mapa global como un país al cual se acude para obtener soluciones innovadoras?
- Esta es una pregunta complicada y hasta cierto punto "sin sentido". Pensando en innovación, yo tiendo a coincidir con Carlota Perez: estamos en la época de la hiper segmentación de los mercados, de las redes de valor y de las tecnologías. Así las cosas me resulta dificil pensar en un país que sea "un lugar para la innovación". Para tener éxito hay que especializarse en algo (tal vez hiper especializarse, para seguir con los hiper).
- ¿En qué sectores Argentina podría hiper especializarse?
- Hay sectores que podrían llamarse innovadores, como los relacionados con la agricultura de precisión. Pero por cierto, todavía seguimos siendo principalmente adoptantes de tecnologías desarrolladas en el Norte, y esto ha sido por décadas una política sostenida desde los diferentes gobiernos. Si un país descuida (y más aun destruye) su educación, su sistema de ciencia y técnica, su industria, es imposible que pueda ser un lugar para la innovación. Las políticas públicas de promoción de la ciencia y la técnica a nivel nacional pueden permitir avanzar hacia ese lugar, repito,
- ¿Cómo se reconstruye la educación?
- La educación necesita de una verdadera revolución: hace 10 años los pibes iban a la escuela a comer y sacarse los piojos, ahora hay que discutir qué es lo que deben aprender, y los maestros y profesores deben aprender lo que deben enseñar a sus estudiantes. Este es otro largo proceso. En el medio, es necesario y posible ir construyendo un sistema de innovación, pero para eso hay que definir políticas públicas y perseverar en ellas. Por ejemplo, el Plan Argentina 2020 del MINCYT, el Plan Industrial del Ministerio de la Producción, el Plan Agroalimentario Nacional, el Plan Argentina Conectada, Conectar Igualdad, y otros, son ejemplos interesantes de políticas públicas, pero está claro que todos ellos recién empiezan. Hay que llevarlos adelante y hacerlos políticas de Estado en el largo plazo. Si hacemos todo esto, es posible que Argentina sea algo como "un lugar para la innovación". La buena noticia es que por primera vez en muchas décadas estamos haciendo algo en la dirección correcta. Es decir, concuerdo con Lino Barañao, podemos pasar de desearlo a comenzar a tenerlo, pero hay que laburar mucho, tener paciencia y perseverancia.