Messi está matando el mundo PyME
19 de Octubre de 2017La opinión de Daniel Kuperchmidt, Director Comercial Estudio Celer
Me pone muy feliz la clasificación de Argentina al mundial de Rusia 2018.
Ver a mis vecinos gritar alocados los goles de Lio, leer expresiones y posteos en redes sociales de mis amigos, eufóricos por haber clasificado. Seamos honestos, creíamos que este mundial lo mirábamos desde afuera.
Al mismo tiempo, me pone muy triste.
Porque estoy convencido que gran parte de la Argentina padece el "Síndrome Messi". Tranquilos... no enloquecí. Denme unos renglones así puedo explicarme mejor. Si a esta altura querés entender de qué se trata el título, vamos bien. Si querés pasar al siguiente posteo, vamos mejor. Pero te pido que no te vayas. De eso se trata.
Quiero todo ya, como sea...
No puede ser que Argentina no clasifique
No podemos perder con Venezuela
Todas estas expresiones y otras más fueron escuchadas durante las últimas semanas. Como asesor de empresas, encuentro ejemplos a diario donde se prioriza el resultado, antes que la forma de obtenerlo. Y eso mismo sucedió la semana pasada en el fútbol. No importa el cómo, no importa si refleja los valores o no del equipo, no importa siquiera si hubiera sido con algún gol en offside o con la mano, solo importaba el resultado.
Estimados empresarios, ahora les hablo a ustedes. Sean honestos y respóndanse para adentro. ¿Cuántas veces, en situaciones de negocio han priorizado el RESULTADO vs. el MÉTODO? ¿Cuántas veces dependen del propio Messi para lograr un objetivo? ¿En cuántos PROCESOS de la empresa se depende del Messi que haga 3 goles y les DEMUESTRE que es posible alcanzar el logro buscado?
La pregunta más dura... ¿y si Messi no aparece? Ahhhh... ¡Entonces somos un desastre!
Antes del partido Ecuador vs. Argentina los noticieros mostraban las vallas frente a la AFA, instaladas por si la Argentina no clasificaba, previendo disturbios. La vida o la muerte. Todo o nada.
La falsa cultura que nos han inculcado durante décadas nos hace valorar al Messi que cada uno tiene en su empresa. Genera dependencia, admiración, fanatismo, sentimientos extremos. Al mismo tiempo que desvaloriza los procesos, el trabajo en equipo, la colaboración, la interdependencia, el trabajo en equipo.
Messi en su empresa no quiere dejar de hacer nada: patea todos los tiros libres, va a buscar la pelota, arma la jugada, grita, ordena la cancha. Mientras el resto del equipo es mero espectador: tiene miedo de pedirla y que Messi se enoje, lo mire mal, porque Messi sabe hacer todo bien. Él lo es todo.
Messi vende, cobra, dice a quién se le entrega y a quién no. Atiende el teléfono como solo él lo sabe hacer. Analiza las ventas, los inventarios, el ruteo de entrega. Mientras el resto de los integrantes del equipo trata de no molestarlo.
Como generalmente lo logra... nos hacemos los distraídos.
Messi es el propio freno del desarrollo del equipo. En el fútbol y en sus empresas. Ojo, quiero un Messi en cada equipo. Se tata de conocer las capacidades de cada integrante del equipo y lograr mejores jugadores, para que luego Messi brille aún más.
Esto que digo no es pura teoría: Messi en el Barcelona es diferente al Messi de la Selección. Mientras sigamos dependiendo de los Messi en las PyMEs, en lugar de aprovecharlos mejor y desarrollar el resto de los integrantes del equipo (voy a sostener el título) Messi esta matando el mundo PyME. A disfrutar este hermoso día.
PD: ¿y si el dueño de la empresa es Messi y se volvió esclavo de su propia empresa? Eso es para otro momento.
(*) Daniel Kuperchmidt: Director Comercial de Estudio Celer