Cada vez más profesionales están tomando la decisión de desempeñarse en forma individual, lo que presenta muchos beneficios como la independencia y autogestión. Pero también lleva a replantear la rutina, adaptar las herramientas (computadora, teléfono, software) y el espacio laboral. ¿Cómo contar con un lugar equipado y ambientado para trabajar? ¿Cómo solventarlo? Cada vez más personas encuentran la solución en una nueva modalidad: el coworking.

Compartir, economizar y potenciar.

Este tipo de espacios laborales se está extendiendo en nuestro país, debido a que el número de trabajadores autónomos es elevado. Además, resulta de gran utilidad para empresas en crecimiento, lo que transforma el coworking en una alternativa atractiva que presenta muchas ventajas.


Se trata de espacios donde los profesionales los utilizan, en forma diaria o cuando lo requieren, a modo de oficina. Permite contar con un lugar fijo y debe estar equipado con todo lo necesario para ser productivo, por ejemplo:

• Amplia conectividad: favoreciendo el uso de dispositivos como smartphones, portátiles, impresoras, etc.
• Espacio de trabajo adecuado: grande, organizado y cómodo.
• Completa disponibilidad: horarios flexibles, tarifas atractivas, salas de reunión.

Muchas empresas cierran acuerdos con espacios de coworking, ya que permiten que sus empleados se desempeñen sin necesidad de desplazarse, contando con las mismas prestaciones que en la oficina. Son una práctica económica que sirve para atraer nuevos jóvenes talentos por su flexibilidad y compañerismo.

Para poder tener reservado un puesto en un centro de coworking es necesario pagar una tarifa mensual o específica en la que entran los diversos recursos y los gastos comunes necesarios. Pero más allá de las herramientas evidentes, tiene otras ventajas que lo vuelven más completo y atractivo aún.

La colaboración, el secreto del éxito

Uno de los principales aportes de esta modalidad, al compartirse lugar con personas que desempeñan diversas tareas, es la confluencia de ideas y profesiones en un mismo espacio laboral. Esto se convierte en un potencial beneficio que mejora la productividad mediante el aprendizaje de nuevos protocolos de terceros, o incluso mediante la formación proyectos conjuntos.

Junto con estos lugares colaborativos, la tecnología también ofrece espacios virtuales que complementan el trabajo móvil e independiente, como la plataforma Circuit, ya que permiten estar conectado en todo momento y de forma segura. Estos software hacen que trabajar en un espacio de coworking no sea problemático, sino productivo.

Por lo tanto, el coworking puede ser muy beneficioso para aquellos que trabajan por cuenta propia. Incluso, las empresas reconocen que es una modalidad novedosa para ofrecer a los ejecutivos que trabajen en forma remota como posibilidad adicional, ya que todos resultan beneficiados.

La conexión constante que nos ofrece la tecnología hoy hace que los espacios de coworking sean una opción más que interesante y productiva para comenzar a explorar el futuro del trabajo colaborativo y móvil.

(*) Constanza Di Landro: Marketing & Corporate Communications en Unify