Las máquinas no sueñan: el impacto de la inteligencia artificial
14 de Febrero de 2018Es momento de tener un debate serio sobre el impacto social que tiene la Inteligencia Artificial. Por Bill McDermott, CEO de SAP
Desde que un programa derrotó al campeón de ajedrez Gary Kasparov hace 20 años, la percepción pública sobre el progreso en la investigación de la inteligencia artificial (IA) se ha definido en términos de competencias, en las que enfrentan al humano contra las máquinas inteligentes. Existe bastante emoción por el resultado que esto pueda causar.
Tras el triunfo de la supercomputadora Deep Blue, otras máquinas con inteligencia artificial han acumulado victorias trascendentales contra oponentes humanos, como en el juego Jeopardy y, más recientemente, contra el campeón mundial del juego de mesa chino Go. La última versión del software AlphaGo de Google aprendió a jugar por su cuenta el juego de estrategia sin ayuda humana alguna.
El debate entre líderes, tecnólogos, futuristas y empleados de todas las clases se basa en el profundo impacto que la IA tendrá en nuestro lugar de trabajo, en la sociedad y en nuestras vidas. La escala de este impacto es objeto de acalorados debates. ¿Podrían las máquinas llegar a reemplazarnos? ¿Podrían tomar el control?
Hay mentes ilustres debatiendo este problema. Algunos, como el profesor Stephen Hawking, creen que el ascenso de la IA representa una amenaza existencial. Declaró lo siguiente para la BBC: “Creo que el desarrollo total de la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana”.
Otros creen que el aumento de la automatización representa una verdadera utopía hecha posible por las máquinas inteligentes.
El optimismo es un estímulo gratuito en cualquier país. En ese espíritu, esta evolución podría crear un potencial masivo para la raza humana. De cualquier forma, en que lo veamos, una cosa está clara: no se gana nada tronándose los dedos sobre un futuro distópico que tenemos el poder de evitar. Creemos el futuro en el que queremos vivir.
“Existe una necesidad real de un debate reflexivo sobre el impacto social de la Inteligencia Artificial”
Incluso en estos tiempos de división, vemos que las cualidades humanas como el ingenio, la bondad, la innovación y la creatividad se alzan, se apoderan y obtienen un impulso imparable. Es posible crear un mundo donde la IA beneficie a la humanidad, donde la automatización libere a las personas de tareas peligrosas y repetitivas y nos da la libertad de enfocarnos en actividades que sólo los humanos pueden realizar, con empatía, juicio moral y amor.
Mejor juntos
En lugar de enfrentar al hombre y la máquina uno contra el otro, podemos trabajar juntos para crear algo llamado “humanidad aumentada”.
Trabajando con previsión cautelosa, los líderes mundiales en tecnología tienen la responsabilidad de ayudar a garantizar que las máquinas inteligentes trabajen en armonía con los humanos, en lugar de competir con ellas. Si bien debemos reconocer y mitigar los riesgos, por ejemplo, reentrenando a los trabajadores desplazados por la próxima ola de automatización, también debemos darnos cuenta de que la AI puede ofrecer beneficios para toda la humanidad.
Mehdi Miremadi, socio de McKinsey & Company, dice que el futuro está en la cooperación entre el hombre y la máquina, más que en la rivalidad: “Creo que la interacción entre humanos y robots es el nombre del juego. Será la tendencia más importante en el corto y mediano plazo, los próximos 5 a 15 años “.
Reflejando esto, los principales fabricantes industriales están explorando opciones para implementar robots colaborativos o “cobots” en las fábricas. Su razonamiento es simple. Los robots son consistentes, confiables y no se cansan, pero no improvisan bien. Los cambios en la línea de ensamblaje requieren una cuidadosa reprogramación por parte de los humanos, lo que hace que sea difícil modificar rápidamente la producción de una fábrica.
La solución, dicen los investigadores, es una unidad que use la IA para operar la fábrica del futuro, programando a los robots y asignando tareas a los humanos para que trabajan junto a ellos.
Necesitaremos una planificación cuidadosa si queremos evitar el impacto potencialmente negativo que la tecnología tiene en la sociedad. Juntos debemos abordar la amenaza potencial de la alienación a gran escala que nos lleva a crear una población fracturada.
Los líderes del gobierno, el sector privado y de la educación deben trabajar juntos para garantizar que los jóvenes tengan las habilidades necesarias para un mercado digital, y que aquellos que ya están en la fuerza de trabajo puedan adaptarse a los nuevos requisitos. Ya está claro que el reciclaje y el aprendizaje permanente son la nueva constante. Las empresas deberán operar con fuerzas de trabajo transitorias y contingentes de todas las edades.
Impacto económico
Si bien la IA tiene el potencial de cambiar muchos aspectos de nuestras vidas, existe un considerable desacuerdo entre los expertos sobre cuántos empleos podrían automatizarse a través de esta tecnología.
Un pequeño porcentaje de trabajos actuales son susceptibles a una automatización completa, pero casi todas las ocupaciones pueden ser parcialmente automatizadas. Las tareas más propensas a la automatización son actividades rutinarias predecibles, como la recopilación y el procesamiento de datos. Pero debemos recordar que la IA también contribuye a la seguridad humana al absorber puestos de trabajo que son demasiado difíciles o peligrosos para las personas.
A lo largo de la historia, hemos visto que los avances de la tecnología conducen a cambios en la fuerza laboral, pero han dado como resultado la creación de empleos nuevos y modernos, a menudo en mayor número que los desplazados.
La mayoría de los analistas de la industria están de acuerdo en que la IA será un motor central para el desarrollo económico. Gartner predice que las herramientas habilitadas para LA Inteligencia Artificial generarán 2.9 billones de dólares en valor comercial para 2021, mientras que PwC cree que la IA podría contribuir casi en $16 billones a la economía global e impulsar el crecimiento del PIB hasta 20% en 2030. Algunas estimaciones sugieren que las compañías podrían ahorrar entre $3 a $4 billones anuales a través de la automatización basada en tareas, habilitada por la IA.
Sin espacio para pequeños sueños
Los beneficios de la IA para las empresas van más allá del ahorro de costos. También se traducen en mayor innovación, mejores pronósticos, operaciones optimizadas, servicio al cliente más personalizado y una experiencia de usuario mejorada para los consumidores.
Como en cualquier transición tecnológica, nunca debemos perder de vista el elemento humano. Hay algunas cosas que incluso las máquinas más inteligentes no pueden manejar. Las máquinas no sueñan. Las máquinas no establecen objetivos y no son responsables. Incluso, cuando se entrena con grandes volúmenes de datos, las máquinas sólo pueden aprender del pasado, no pueden imaginar el futuro. Afortunadamente para nosotros, la vida y los negocios no son partidas de ajedrez puramente matemáticas. Las capacidades humanas únicas como la flexibilidad, la creatividad, la curiosidad y la inteligencia emocional siempre serán necesarias para ejecutar una empresa inteligente.
No hay lugar para pequeños sueños. Necesitamos concebir posibilidades inimaginables y luego llegar al trabajo de convertirlas en realidad. Cuando miro hacia el futuro, hay una necesidad real de un debate reflexivo sobre el impacto social de la IA, nadie se debe quedar atrás. Esta es nuestra nueva responsabilidad. Pero los mayores desafíos del mundo también son nuestras mejores oportunidades. Sólo cuando soñamos en grande podemos elevar nuestro completo potencial humano.
(*) Bill McDermott: CEO de SAP