En defensa de la Universidad y de toda la educación pública
28 de Agosto de 2018La opinión de Gabriel Baum, investigador de la Universidad Nacional de La Plata
El actual gobierno está llevando al sistema educativo y al sistema de ciencia y tecnología públicos a una situación de colapso.
Para quienes estamos interesados en el futuro de las TICs -y de las TICs en Argentina en particular- se trata de un tema nada menor. Se trata, en última instancia, de la misma subsistencia del sector.
Sin gente educada y competente no hay ningún futuro para las TICs en Argentina, ni en ningún lugar en el mundo. Esto último debe ser muy bien comprendido: no se trata de poder formar una cierta cantidad de técnicos o profesionales que puedan realizar ciertas tareas más o menos complejas (ni aun de formar los 111 mil que buscaba el programa que impulsó Carlos Pallotti en su reciente gestión). Se trata de que el conjunto de la población alcance los niveles mínimos de educación necesarios para poder vivir en sociedad en el siglo XXI.
Como escribimos hace mas de 10 años en un artículo con Nora Sabelli y Fito Nemirovsky(*), la educación en ciencia y tecnología es un derecho social en el mundo actual. Negar ese derecho a los niños y a los jóvenes compatriotas más humildes es un acto de injusticia social inadmisible.
No tengo claro si el Gobierno no lo comprende o si ha elegido como modelo la disgregación social para establecer un poder oligárquico, acorde con la estirpe de muchos de sus ministros y funcionarios. En cualquier caso, destruir la educación pública tal como está ocurriendo es condenar a la mayoría de nuestros compatriotas y al país como tal a la miseria y a la dependencia colonial, seguramente por muchos años.
Junto con la educación pública están también destruyendo nuestro sistema de ciencia y tecnología, que luego de varias décadas de decadencia había comenzado a levantar cabeza en los 12 años del gobierno anterior. Se trata de otro crimen inadmisible que debe ser detenido de inmediato, a riesgo de condenarnos al infradesarrollo, la pobreza y la dependencia.
La defensa de estos derechos sociales y necesidades nacionales son una obligación para quien crea realmente en que las tecnologías deben ser un instrumento para lograr la justicia, fortalecer la democracia y crecer como nación. Por ese motivo los invito y los espero el jueves 30 frente al Congreso Nacional. Y a quienes vivan lejos, en las plazas de todo el país, en defensa de la Universidad y de toda la educación pública.
* Gabriel Baum, Adolfo Nemirovsky y Nora Sabelli. La Educación en Ciencia y Tecnología como Derecho Social en la Economía del Conocimiento, en Propuestas Interpretativas para una Economía Basada en el Conocimiento : Argentina, Colombia, México, Estados Unidos, Canadá. Federico Stezano, Gabriel Vélez Cuartas (Editores). January 2008. ISBN 978-84-96571-58-7
(*) Gabriel Baum: Investigador de la Universidad Nacional de La Plata