En Puerto Darwin, al Norte de Australia, biólogos marinos comenzaron una asociación con ingenieros de Microsoft para desarrollar una base de datos con las especies de los peces que habitan la zona.

El equipo de NT (Northern Territory) Fisheries había utilizado una cámara para clasificar las especies, pero las extensión de los videos y las dificultades del medio (agua turbia, intensa circulación de especies diversas) dificultaban la tarea.

Steve van Bodegraven, un ingeniero de Microsoft y nativo de Darwin, trabajó durante meses con el equipo de NT Fisheries para ver si la visión de cómputo podía estar a la altura de la tarea de identificar peces en imágenes submarinas.

“Fuimos y hablamos con ellos sobre cómo trabajaban y los retos que enfrentaban”, comentó van Bodegraven. "A partir de ahí tratamos de descubrir cómo podíamos ayudarles. Todo lo que hacemos es explorativo...”.

El programa ideado funciona de la siguiente manera: del mismo modo a como las etiquetas son sugeridas para los rostros en las fotos que se suben a las redes sociales, es decir, a través de exposición repetida y descubrimiento de patrones, había que proveer al sistema de imágenes, y esperar los reconocimientos. En el proceso surgieron curiosos interrogantes: ¿cómo iba a responder la solución de IA de Microsoft a peces como el bacalao dorado, que puede cambiar de color para mezclarse con el ambiente que los rodea?

Después de meses de recolección de imágenes y datos, los primeros resultados parecen ser alentadores. Al momento, el sistema aprendió a identificar 15 diferentes especies. Con cada nuevo pez analizado, el poder de la tecnología de aprendizaje automático se incrementa.

Samantha Nowland, investigadora asistente del equipo, nativa de Darwin, ve un potencial en estos sistemas para cambiar el juego de la gestión marina. NT tiene algunas de las aguas más cristalinas en el mundo con saludables poblaciones de especies en peligro, como el pez sierra y los tiburones. El desarrollo de esta tecnología podría ayudar a otras áreas del mundo a mejorar su entendimiento de los recursos acuáticos y asegurar que sean manejados de manera sustentable.

“Proyectos como este establecen un nuevo precedente. Tenemos la esperanza de que despierte la curiosidad de la gente y les brinde la confianza para explorar la aplicación de IA en sus industrias”, comentó van Bodegraven. “Va a cambiar industrias y sociedades. Su potencial sólo está limitado por la imaginación”.