Todos los caminos llevan a la nube

Escribe Adrián Fognini, Managing Director de Thomson Reuters en América Latina

Hasta hace pocos años, el concepto de computación en la nube como plataforma principal para la gestión de empresas parecía una realidad lejana por distintos factores. Algunos de ellos eran la falta de madurez y acceso a la tecnología, la resistencia natural a grandes cambios y los costos. En la actualidad, el escenario es diferente. La velocidad con la que avanza el cloud computing, en términos de seguridad, eficiencia y costos, capta la atención de empresas y desarrolladores.

Según un relevamiento efectuado por la consultora Gartner, para 2020 más del 30% de las inversiones en nuevos software apuntará a soluciones en la nube. Esto incluye sistemas que facilitan algunas de las actividades más complejas y laboriosas del día a día, como la gestión fiscal, jurídica, contable y de comercio exterior. Con una oferta más amplia y accesible de soluciones en cloud, una cuestión recurrente es si vale la pena invertir para llevar la gestión a la nube en comparación con ofertas más tradicionales, como el software on-premise. ¿Cuáles son las ventajas con relación al costo-beneficio, seguridad y flexibilidad?

Para dar una respuesta, es preciso comprender las diferencias entre dos tipos de servicio. Básicamente, los sistemas tradicionales, denominados on-premise, se basan en la compra del software, la instalación y las futuras actualizaciones efectuadas en las computadoras de la empresa. El almacenamiento de los dados se realiza en servidores locales y el costo inicial es más grande, debido a la compra de hardware, software y dispositivos periféricos, además de capacitación y adecuación del equipo de TI.

En lo que respecta a las soluciones en cloud, se accede a ellas vía Internet, cuentan con actualizaciones automáticas, almacenamiento en la nube y suscripción periódica, sin necesidad de adquisición. El sistema en la nube se abona en cuotas mensuales o según el uso, lo que reduce la necesidad de inversiones iniciales y la compra de elementos menos esenciales. También requiere menos mantenimiento y capacitación, ya que la empresa contratada efectúa automáticamente su actualización y backups. Sin necesidad de una estructura de TI robusta, el Costo Total de Compra es sustancialmente más bajo. Esto disminuye los costos y aumenta la previsión de gastos de la empresa, algo fundamental para el equilibrio de las cuentas.

Además, los servidores para soluciones en cloud cumplen protocolos de seguridad mucho más rígidos que los comunes, algo esencial para quienes trabajan con información. A pesar de que algunos profesionales aun dudan de la seguridad en la nube, un estudio de Gartner constató que el 95% de las fallas de seguridad en la nube son causadas por un comportamiento inadecuado de los usuarios y no por vulnerabilidades en la infraestructura o en la gestión del proveedor.

Otra característica importante de este modelo de negocio es una mayor conformidad legal y fiscal en la operación. Los programas de gestión trabajan con algunos procesos sensibles para el negocio y necesitan actualizaciones continuas, que son más rápidas y baratas en los sistemas en la nube.

Una investigación con 300 gestores de empresas brasileñas realizada por Thomson Reuters, en colaboración con la escuela de negocios Live University, reveló que la búsqueda por compliance es el segundo principal justificativo para inversiones en tecnología. Con el 20% de las respuestas, solo quedó detrás del aumento de eficiencia (27 %). En ese mismo relevamiento, el 80% de las compañías dijo que no creía posible mantenerse competitivas sin acompañar las tendencias tecnológicas en los próximos tres años.

Otra gran ventaja de la nube es la flexibilidad y la disponibilidad del servicio. Con servidores in Cloud, la empresa puede contratar los recursos haciendo algunos clics e iniciar inmediatamente su configuración y uso, mientras que para los servidores on-premise hay un período de espera entre el momento en que se detecta una necesidad, se ejecuta el proceso de adquisición y el período de entrega del nuevo recurso a TI.

Con todas estas ventajas competitivas, ¿cuál sería el gran obstáculo para migrar finalmente a la nube? La misma barrera de siempre: el desafío de cambiar la forma en que se realizan las tareas dentro de las empresas. Este es siempre el desafío más grande en la adopción de innovaciones. El impacto inicial suele ser grande y, muchas veces, genera dudas entre los gestores sobre esas inversiones. Esto es algo natural. Por lo tanto, es necesario observar más allá y tratar de entender los beneficios que cloud le brinda al negocio.

Reinventar la forma cómo trabajamos no siempre es un proceso fácil. Pero cuando innovamos, aparecen los resultados financieros, de seguridad, flexibilidad y productividad en los negocios. Soy testigo de esa transformación gracias a mi experiencia desde la facultad de Contabilidad, observando y viviendo en la práctica los cambios de esta profesión en poco más de 20 años como contador y, principalmente, como gestor. La historia probó el peligro de subestimar el avance tecnológico. Adaptarse es evolucionar. La nube está aquí, en este preciso momento. Quien la deja pasar, tal vez pierda el tren al futuro.

(*) Adrián Fognini: Managing Director de Thomson Reuters en América Latina