Esta semana el Gobierno de San Luis declaró la emergencia administrativa tras ser víctima de un ciberataque. Se trató de un nuevo caso del virus ransomware, un programa de software malicioso que encripta archivos y deja un mensaje exigiendo el pago de dinero para restablecer el sistema.

Si bien este tipo de ataques están a la orden del día y suelen ser cada vez más sofisticados, muchas organizaciones ignoran o subestiman medidas de seguridad esenciales que pueden ahorrar el gran dolor de cabeza, las pérdidas económicas y de reputación.

En primer lugar, es fundamental tener en cuenta que el principal factor de riesgo es la vulnerabilidad humana. Por eso, es necesario llevar a cabo políticas de capacitación en todos los empleados y dejar en claro medidas de seguridad individuales como utilizar contraseñas robustas y múltiples factores de autenticación.

En segundo lugar, los sistemas operativos de toda la compañía deben estar actualizados a la última versión, ya que éstas se renuevan justamente para fortalecer la seguridad frente a nuevas formas de ataque.

En tercer lugar, contar con un sistema de detección de malware avanzado que no esté basado en detección por patrones únicamente y tener políticas de red que aíslen los distintos segmentos y los equipos, de forma tal que pueda contenerse el acceso a la misma.

Por último, algo que considero imprescindible para cualquier organización es tener un plan de crisis en el que se consideren los aspectos anteriores y un protocolo detallado de cómo se actuará ante un posible ataque. Esto evitará perder el tiempo y solucionar cualquier imprevisto de forma rápida y eficiente.

(*) Sebastián Stranieri: CEO de VU