La Inteligencia Artificial dominó las noticias en 2019, para bien y para mal. Si bien la tecnología ha traído muchos beneficios, también ha cambiado el panorama de la ciberseguridad, creando nuevas amenazas y provocando cambios sociales que requieren consideración.

Éstas son algunas de las predicciones y más grandes retos a considerar sobre los avances de la Inteligencia Artificial en la siguiente década.

La Carrera Armamentística de la IA: Esta ya ha comenzado, y es un juego del gato y el ratón que vemos cada día en nuestro trabajo de inteligencia de amenazas. Conforme la nueva tecnología evoluciona, nuestras vidas se vuelven más convenientes, pero los cibercriminales también ven nuevas oportunidades para atacar a los usuarios. Ya sea por medio de abusar dispositivos hackeados para crear una red de bots, o desmantelando sitios e infraestructuras de servidores importantes, mantenerse un paso adelante de los criminales es la prioridad de los proveedores de seguridad. La Inteligencia Artificial ha incrementado el nivel de sofisticación de los ataques, volviéndolos cada vez más impredecibles y difíciles de mitigar.

Aumento de ataques sistemáticos: La Inteligencia Artificial ha reducido la mano de obra necesaria para llevar a cabo un ciberataque. A diferencia de desarrollar malware codificándolo manualmente, el proceso se ha vuelto cada vez más automatizado, reduciendo el tiempo, esfuerzo y costo que se invierte en estos ataques. ¿El resultado? Que los ataques son más sistemáticos y pueden ser llevados a cabo en una escala mayor.

Cambio Social y Nuevas Normas: El crecimiento de la Inteligencia Artificial ha traído muchos avances en tecnología, pero, a menos que sea cuidadosamente regulada, pone en riesgo algunos aspectos de la sociedad. Un ejemplo claro es el uso de tecnología de reconocimiento facial por la policía y autoridades de los gobiernos locales. La ciudad de San Francisco llegó a los encabezados cuando se convirtió en la primera ciudad en Estados Unidos en prohibir esta tecnología.

Esto fue considerado una gran victoria, pues esta tecnología ha traído muchos más riesgos que beneficios y las interrogantes sobre la precisión y los sesgos raciales se hicieron presentes. La tecnología basada en Inteligencia Artificial no es perfecta y sólo es tan confiable y precisa como los datos que la alimentan. Conforme nos adentramos en una nueva década, las compañías de tecnología y los legisladores deben trabajar juntos para asegurarse que estos desarrollos estén apropiadamente regulados y sean usados con responsabilidad.

Cambiando la forma que vemos la información: Estamos en una era de fakenews, desinformación y deepfakes. La Inteligencia Artificial ha hecho que sea aún más fácil crear y difundir información falsa o engañosa. Este problema es exacerbado por el hecho de que cada vez consumimos más información en cámaras de eco digitales, provocando que acceder a información imparcial sea cada vez más difícil.

Mientras que la responsabilidad recae en las compañías de tecnología que hospedan y comparten este contenido, la educación y “alfabetización de datos” serán más importantes durante 2020 y en adelante. Será vital enfocarnos en enseñar al público cómo diferenciar entre información verdadera y falsa.

Más Colaboraciones para Combatir Inteligencia Artificial Antagónica: Para poder combatir la amenaza de la Inteligencia Artificial antagónica, esperamos que haya colaboraciones cada vez más grandes entre compañías de tecnología e instituciones académicas. Esto es precisamente por lo que Avast se ha asociado con la Universidad Tecnológica Checa (CTU) en Praga para avanzar en el campo de estudio de la Inteligencia Artificial.

Los datos de amenazas de Avast cuentan con información de más de 400 millones de dispositivos alrededor del mundo y han sido combinados con el estudio de amenazas complejas y evasivas de la CTU para prevenir e inhibir ataques de cibercriminales. Las metas del laboratorio incluyen publicar información de investigaciones innovadoras en este campo para mejorar el motor de detección de malware de Avast, incluyendo sus algoritmos de detección basados en Inteligencia Artificial.

La Inteligencia Artificial continuará impactando y cambiando la tecnología y a la sociedad a nuestro alrededor. Sin embargo, y a pesar de las asociaciones negativas, podemos obtener más beneficios que riesgos con esta tecnología.

Las herramientas solo son tan útiles como aquellos que las utilizan. La mayor prioridad en los años por venir será la colaboración dentro de la industria y con el gobierno, con el propósito de usar la Inteligencia Artificial para el bien y prevenir los riesgos que pueden resultar del abuso de esta.

(*) Michal Penchoucek: Chief Technology Officer para Avast