En el teatro y en cualquier espectáculo en vivo existe una compañía, grupo o solista que se para frente al escenario para brindar un show. Sin embargo, para que eso suceda a la perfección, además de horas de ensayo, detrás hay un equipo de profesionales –directores, iluminadores, vestuaristas, sonidistas o tramoyistas, por mencionar algunos– que dan soporte y se encargan, de manera invisible, de hacer que todo funcione a la perfección.

Cuando hablamos de tecnología lo primero que nos viene a la mente son computadoras, teléfonos celulares y otros dispositivos que podemos ver, tocar y saber que están ahí, ocupando un espacio físico. Sin embargo, para que todos esos artefactos funcionen de manera correcta, detrás de ellos, como en los espectáculos en vivo, hay una infraestructura, servicios y especialistas que brindan soporte para que podamos conectarnos a Internet, acceder a una plataforma de streaming y disfrutar del último estreno de nuestra serie favorita.

Y así como los fabricantes de teléfonos y hardware lanzan nuevos modelos con mejoras en cada actualización, los proveedores de tecnología que ofrecen servicios profesionales, trabajan para pensar y desarrollar procesos y prácticas con el objetivo de lograr una mejora continua en sus metodologías y crear nuevas propuestas para entregar mayor valor a sus clientes.

La búsqueda por esta mejora continua se aceleró durante 2020 y la consultora especializada Gartner en su informe “Predicts 2020: Agile and DevOps Are Key to Digital Transformation”, destacó varias tendencias y el impacto que generará. Por ejemplo, “para 2023, el 60% de las organizaciones para su sistema de contingencia utilizará el testeo automatizado para minimizar el tiempo de recuperación en producción”. Incluso, menciona que “el 75% personalizará prácticas ágiles para que los productos coincidan con los contextos del equipo y lograr un incremento en el desarrollo y entrega de aplicaciones”.

Los casos se multiplicaron durante 2020 y varían según la industria. Por ejemplo, para el sector de las empresas de telecomunicaciones, las soluciones de automatismo permiten optimizar en un 40% el despliegue de sus redes y logra que proyectos que antes demoraban un año se reduzcan a unos pocos meses. Para las grandes empresas, la migración de sus servicios a la nube redujo drásticamente el costo de infraestructura fija, pagan sólo por el consumo que realizan y según sus necesidades. Sin embargo, cambiar a este modelo tiene costos ocultos y realizar una buena administración, gestión y saber desvincular la suscripción de un servicio a tiempo es clave para evitar errores en la contratación y sorpresas desagradables. Un análisis que realizamos en una empresa de tecnología demostró que una gestión eficiente en este tipo de suscripciones logró una disminución de costos de hasta cinco dígitos y el desarrollo de un esquema de Continuos Delivery redujo en un 30% el problema de tiempos de altas/bajas en el flujo de proyectos con la asignación versus la disponibilidad de los recursos.

Según The Technology & Services Industry Association (TSIA), los servicios profesionales son el caballo de Troya que más rápido se adapta a la demanda del mercado y su crecimiento interno apalanca la adopción de los nuevos servicios que atraviesan el negocio. En un contexto de incertidumbre económica que comenzó el año pasado y continuará en 2021, la reducción de costos es una de las principales variables para tener en cuenta. Implementar pequeños cambios, casi imperceptibles pero rápidos de ejecutar, permiten ver grandes beneficios en poco tiempo. Para enfrentar lo que viene, hay que pensar estratégicamente, como hicieron los troyanos y construir un caballo en lugar de ir directo a la batalla.

(*) Martín Ciarlo: Gerente de servicios profesionales, Logicalis Argentina