En 2020 el Mercado TIC en Argentina alcanzó los 657.736 millones de pesos, un aumento del 13,4% respecto de 2019, muy por debajo de la inflación. La telefonía móvil, sumada a la fija local e internacional, sigue siendo casi la mitad del mercado, con 333.430 millones de pesos.

Medido en dólares, son 7.319 millones, lo que representa una caída del 24,5% respecto de 2019. Pero este monto es tres veces menor que el máximo que alcanzó el mercado TIC de Argentina en 2012, con 21.055 millones de dólares. Pero a pesar de esta caída marcada aún sigue siendo el doble que el mínimo medido en esa moneda, en el año 2002: 3.418 millones de dólares.



La Tecnología de la Información (hardware, software, servicios e insumos) desde hace más de una década representa un tercio del Mercado total, mientras que las telecomunicaciones dos tercios.

En ese mismo período el mercado TIC representó entre un 3,9 % y un 1,8 % del PBI, proporción muy variable y fuertemente dependiente de las variaciones del tipo de cambio (devaluaciones).

Más positivo que los resultados de estos últimos años es ver que en 20 años se han multiplicado por 6 los usuarios de telefonía móvil, por 10 los accesos a internet, y por 16 los usuarios únicos de internet. Asimismo, la proporción de compradores en línea ha crecido hasta representar casi el 90% de los usuarios de internet, creciendo de 9 millones de copradores en 2011 a 33,5 millones en 2020.



Algo preocupante es que las ventas de equipos celulares cayeron en 2020 a menos de 7 millones de aparatos. Con el parque de equipos en uso, esta cifra de venta implica una renovación de la base instalada cada 5 años.

Algo similar ocurre desde hace unos años con la venta de computadoras (portables, desktop y tablets), que representó en 2020 sólo 3,1 millones de equipos. A pesar de algunos picos de demanda de portables en respuesta al teletrabajo forzado, fue más fuerte el efecto negativo de los precios que subieron al triple o más por la devaluación, los constantes faltantes de oferta y de variedad, y una demanda deprimida. Esto implica un envejecimiento del parque en uso de computadoras, lo que resulta contraproducente con la transformación digital tan requerida y más aún promovida.

El año en curso no muestra indicios de ser un escenario que logre revertir esta tendencia. Una baja de aranceles e impuestos al equipamiento TIC, créditos para consumo o equipamiento de hogares y pymes, simples y desde cualquier Banco serían medidas que compensarían la retracción de demanda. Asimismo sería deseable encontrar una “Pax Telco” que permita aportar más previsión en el escenario telco.

(*) Alejandro Prince: Director de Prince Consulting. @alxprince