Con el tiempo, la idea de un “trabajo ideal” ha ido cambiando exponencialmente. Hace 20 años la gente añoraba encontrar una empresa estable para hacer carrera, idealmente para toda la vida o el mayor tiempo posible, y de esta forma recibir una jugosa jubilación, un reloj de oro y envejecer en paz.

Hoy en día las cosas son distintas, la estabilidad ya no lo es todo y factores como el clima laboral, los beneficios y la modalidad de trabajo son claves al postular a un nuevo empleo, donde el trabajador rara vez dura más de 4 años en la misma posición.

Por otro lado, los tiempos modernos han traído consigo una gran cantidad de startups que sueñan convertirse en “unicornios” (startups avaluadas en 1000 millones de dólares). Actualmente, el tiempo corre de forma diferente en una startup: todo es mucho más dinámico, rápido y cambiante. Y es lógico, estos emprendimientos deben adaptarse a todo lo que venga, o morirán en el olvido junto a cientos de miles que no lo logran, año tras año.

Consecuencia de lo anterior, es que las startups crean trabajadores con un ritmo y un ímpetu muy diferente a lo que acostumbramos. No se quedan quietos, van más allá sin que nadie se los pida y reciben constantemente nuevos desafíos.

Trabajar en una startup no es pan comido, tiene sus pros y contras como todos los trabajos. A continuación les mencionaré unos cuantos:

Pros:

• Aprendizaje constante, no hay mejor escuela para crecer profesionalmente.
• Las decisiones se toman rápido, ya que a diferencia de las empresas “a la antigua”, se da el poder de tomar decisiones a los trabajadores para mantener un ritmo de trabajo más dinámico
• Crecimiento rápido, el crecimiento de la startup permea a su equipo de trabajo que se mueve a puestos de mayores responsabilidades
• Horizontalidad, en las startups las jerarquías entorpecen el ritmo de trabajo, por lo que todo el equipo es accesible en todo momento

Contras:

• La necesidad de cubrir muchas cosas al mismo tiempo, hará que toque ensuciarse las manos en proyectos o áreas que no son tu punto más fuerte o tu zona de confort
• Bajos recursos. No todas las startups cuentan con el capital que desearían, así que siempre se buscará reducir costos sin perjudicar los resultados

Esto es solo la punta del iceberg. Lo importante es comprender que en una startup no todo es color de rosa. Es el ejemplo perfecto de “alto riesgo / alta recompensa”.

Sabemos dos cosas de los dinosaurios: que en algún momento dominaron la tierra, y que ahora no queda ninguno vivo. Y de los unicornios sabemos que, sin haber sido vistos jamás, son amados por casi todo el mundo. Trabajar en una startup es una montaña rusa, tiene subidas y bajadas, giros en 180 grados y momentos en que el paseo es más tranquilo. Pero lo seguro es que, tras años de experiencia, se vuelve un estilo de vida y un ritmo que aplicas a más áreas de tu rutina diaria. ¿Tiene días buenos? ¡Si! ¿Tiene días malos? Oh, si. ¿Pero qué cosa en esta vida no los tiene? Yo no tengo dudas, este es mi estilo de vida, y no lo cambiaría por nada en el mundo.

(*) Michelle Segal: Chief Experience Officer de Justo