Escritorios remotos, ¿una solución a las trabas en la importación de notebooks?
7 de Julio de 2022Escribe Diego Malaspina, CEO de DataCloud
A partir de nuevas disposiciones del Banco Central, que a fines de evitar la salida de divisas incrementó las limitaciones para realizar importaciones, las pymes volvieron a encontrarse ante un panorama aún más complejo que el que supone desarrollar cualquier negocio en tiempos de post pandemia e inestabilidad económica.
Desde el lunes 4 de julio, particulares y organizaciones debieron reevaluar la manera de adquirir nuevos insumos tecnológicos para llevar adelante sus proyectos. Es que la medida afectó directamente el funcionamiento de los servicios “puerta a puerta”, un recurso que permitía efectuar compras en sitios del exterior y pagar en cuotas por estas operaciones.
En consecuencia, tanto entidades financieras como proveedores no financieros de crédito ya no pueden financiar los envíos a través de couriers. La decisión alcanza a los productos “que se reciban por el sistema de envíos postales sin finalidad comercial según el Código Aduanero” y a “los servicios internacionales de fletes”, entre otros.
La disposición recae con peso sobre pequeños y medianos emprendimientos que dependen de la adquisición de insumos informáticos que no se consiguen en el país, así como notebooks y otras piezas de hardware. Estas trabas se añaden a otras de trayectoria local y al problema de aprovisionamiento tecnológico que se registra actualmente en el mundo.
Es que la pandemia de coronavirus requirió medidas de aislamiento que a escala global afectaron o directamente terminaron con los negocios de numerosos fabricantes de insumos informáticos y otros artículos como tablets, celulares y las antedichas computadoras portátiles.
Además, completan el cuadro contratiempos inevitables como las grandes distancias geográficas entre la Argentina y los principales centros de producción de estos dispositivos, y otros de larga data en el país, principalmente asociados con la cuestión impositiva. En conjunto, las dificultades provocan faltas de suministro y stock de equipamiento a nivel nacional.
Sin embargo, durante la pandemia y más recientemente por causas vinculadas con la incertidumbre económica, cada vez más pymes e iniciativas de diversas proyección encuentran un aliado estratégico en las proveedoras de servicios cloud.
Es que la nube, además de que permite acceder a un modelo de negocio flexible, orientado a la escalabilidad, ofrece la oportunidad de activar un recurso clave como los escritorios remotos. Con esta solución tecnológica las empresas pueden sortear los faltantes de hardware en general y de notebooks en particular.
Este pasaje de las organizaciones hacia un modelo cloud continúa consolidándose en plena sinergia con el cambio disruptivo que representó el afianzamiento del teletrabajo. De este modo, contribuye a transitar el desafío que plantea para las empresas el incremento de la cifra de empleados que realizan su aporte de manera virtual.
Una de las ventajas de los escritorios remotos es que permiten trabajar en una computadora o un sistema desde una terminal que se sitúa en otro lugar. No importa cuán sencilla o antigua sea esta última, ya que en este escenario se utiliza como una suerte de ventana de los procesos más complejos que tienen lugar en el servidor de origen.
Es así como esta solución posibilita reutilizar equipos que podrían considerarse obsoletos para el desarrollo de las actividades propias del negocio. De este modo, se consigue homologar la notebook antigua o en desuso, a la que se le coloca una imagen con aplicaciones y sistema operativo en últimas versiones.
Es decir que los escritorios remotos generan ahorro económico producto del “rescate” de hardware, especialmente del vinculado con la interacción dispositivo-usuario, por caso pantallas o portátiles en general, evitando así la tarea de navegar por el tedioso mar de complicaciones que aparecen al minuto de adquirir equipamiento a través de la importación.
A la vez, operan de forma ubicua en cuanto a la performance, por lo que permiten que desde una computadora promedio se logre trabajar con cargas de procesos que requieran mayor rendimiento, como ocurre con algunos entornos tridimensionales o en la edición de material gráfico de alta resolución.
Otro de sus beneficios es que a través de este recurso se centraliza la seguridad en un sólo servidor. En consecuencia, se potencia la protección de los datos frente a terceros o incluso frente a usuarios internos.
De todos modos, la supervisión de este aspecto queda en manos de la proveedora de servicios cloud, al igual que las tareas vinculadas con la actualización del software. Estas ventajas llevan a disminuir los costos de mantenimiento, potenciar la productividad y consolidar el crecimiento más allá de los vaivenes de la economía a nivel nacional y global.
(*) Diego Malaspina: Gerente General de DataCloud by Data Wise