Inteligencia Artificial: es el tiempo de los pragmáticos
1 de Diciembre de 2022Escribe Sergio Richter, Applied AI Head Architect de Baufest
La Inteligencia Artificial es un habilitador exponencial de habilidades que pueden agregar un valor fundamental en optimizar procesos. Con IA se puede comprender cuáles son los cuellos de botella en los procesos y encontrar formas de rediseñarlos para hacerlos más eficientes. También acelera los procesos de toma de decisiones: al proporcionar recomendaciones sobre la base de datos y análisis precisos y actualizados, permite generar mejores decisiones.
Un buen modelo de IA tiene la ventaja de que una vez que se construye se puede ejecutar todas las veces que se requiera a un costo mínimo.
También puede pasar que la empresa quiera crecer encontrando los clientes correctos y evolucionar su relación mejorando la gestión de valor y la fidelización. En esto la IA incrementa mucho la precisión porque puede encontrar patrones que soporten estas decisiones que son casi imposibles de reconocer de otra forma. Por ejemplo, en cuanto a recomendaciones a medida, las personas pueden hacer sugerencias personalizadas bastante precisas. Con IA es más rápido, más preciso y más rentable. Netflix es un ejemplo de esto.
Otro caso puede ser un sistema preciso para la gestión de riesgo para tomas de decisiones, que guíen la operación protegiendo a la empresa de pérdidas, minimizando los costos y maximizando las ganancias porque todas las intervenciones humanas pueden causar errores en los procesos. La IA es una solución muy poderosa para reducir la posibilidad de esos errores. Ahorra muchos costos adicionales causados por los errores. Según un estudio reciente patrocinado por Service Mac, el 23% de las paradas no planeadas de los procesos empresariales, en general, son por errores humanos que van desde distracciones hasta la intencionalidad, pasando por el desconocimiento o la falta de información.
Solicitudes de rutina y actividades repetitivas automáticamente. Para poder concentrarse así en las interacciones de mayor valor con los clientes, mejorando no solo la experiencia del cliente sino también de quienes trabajan en la empresa. La automatización puede funcionar los 7 días de la semana, las 24 horas, y no pasa como con los humanos que se aburren, Un ejemplo son todos los centros de atención telefónica, y la automatización de soporte con sistemas que sean realmente inteligentes permite a los trabajadores focalizarse en tareas que requieren una mayor habilidad y de esa manera aporta más valor a la empresa y gana satisfacción el personal. Según estima PWC una contribución potencial al 2030 en mejora de productividad laboral gracias a la IA mediante automatización de tareas. Esto significaría que el PBI mundial podría aumentar un 14% gracias al uso de la IA.
Es importante resaltar que el proceso completo de soluciones de Inteligencia artificial no terminan con el despliegue en productivo de la solución sino que es un ciclo continuo el cual requiere de una fase de monitoreo de la salud de la solución y en caso de ser necesario la readaptación de los algoritmos a los cambios del contexto de negocio. Por eso poder contar con un proceso automatizado permite monitorear constantemente el rendimiento de las soluciones, anticiparse a los cambios y adaptarse para no dejar de aportar valor.
Este es el final de la etapa pragmática, por lo que la adopción de esta tecnología debería ser ya una prioridad.
(*) Sergio Richter: Applied AI Head Architect de Baufest