Viejo, pero rejuveneciendo

Escribe Enrique Carrier sobre la evolución del mercado de smartphones en Argentina

Artículo publicado por Enrique Carrier en Comentarios.info

Luego de tres años, entre 2018 y 2020, de niveles de producción de celulares muy bajos (con valores de un dígito, en millones), la moderada recuperación del 2021 y 2022 todavía no alcanza para renovar un parque que ha envejecido debido a las bajas ventas del pasado. Esto hizo que la vida promedio de un celular, que en su mejor momento fue de 18 meses, se estirara hasta los 30 meses, o 2 años y medio. Esto surge del informe “Mercado celular argentino 2023”, publicado por Carrier y Asociados.

Considerando tanto el mercado oficial como el informal (compras individuales en el exterior y contrabando), los últimos 2 años con volúmenes de entre 10 y 11 M de unidades están un 21% por debajo del 2015, año récord en que se alcanzó a los 13,8 M de unidades.

Varios factores se combinaron para lograr esta moderada recuperación. Por un lado, los años previos de caídas de ventas atentaron contra la natural renovación de los equipos, tanto por obsolescencia (almacenamiento limitado, dificultades para ejecutar apps demandantes, etc.) como por desperfectos (baterías que no duran, pantallas dañadas, etc.). En materia de disponibilidad, en el 2021 se mejoró notablemente en el rubro abastecimiento respecto a lo más duro de la pandemia que impuso restricciones a la producción y comercialización y que había afectado negativamente a las ventas. Pero al mismo tiempo, la pandemia forzó a una mayor madurez en la comercialización online. La misma se vio potenciada también por el cierre de muchos puntos de venta de los propios operadores que no volvieron a abrir luego del fin de la cuarentena. A esto se sumó el factor precio, favorecido por el atraso cambiario que volvió más baratos (en términos relativos) a los equipos. Asimismo, la brecha entre el dólar oficial y el blue hizo que prácticamente desapareciera el contrabando, que al regirse por el valor del dólar billete queda descolocado frente a una diferencia de alrededor del 100%. Una situación que se repitió en el 2022 y sigue en el 2023.

Para el 2023, hay amenazas y oportunidades. Por el lado de las amenazas, no hay que despreciar el impacto de la inflación en los ingresos de la población, que dejan menos recursos disponibles para la compra de un celular. Adicionalmente, quizás la mayor amenaza tenga que ver con lo que suceda en materia de disponibilidad de divisas para la importación de los componentes para la producción en Tierra del Fuego. Hasta ahora, si bien hubo algún que otro “bache”, en líneas generales no afectó la producción. Pero nadie pone las manos en el fuego porque esto no vaya a suceder.

En cuanto a las oportunidades, a pesar de un contexto macroeconómico complejo, algunos factores juegan a favor de un sostenimiento de las ventas. Por un lado, todavía queda una porción del parque a actualizar luego de años de vacas flacas. Por otra parte, la política de mantener un tipo de cambio atrasado sigue vigente, con lo cual los precios locales en pesos siguen siendo competitivos frente a los valores del mercado informal. Adicionalmente, la aplicación de la financiación Ahora 12, en principio hasta junio del 2023, asegura unos meses atractivos para la adquisición de equipos. Resta saber si el mercado recibirá un impulso adicional proveniente del 5G, si es que el proceso de asignación de espectro no se sigue demorando. Éste podría implicar un impulso a las ventas, fogoneado tanto por operadores como por fabricantes y sus canales.

(*) Enrique Carrier: Analista de mercado especializado en Internet, informática y telecomunicaciones, con más de 20 años de experiencia en el sector tecnológico. Además, es el editor de “Comentarios”, el newsletter semanal y blog de Carrier y Asociados