El desafío de la movilidad eléctrica: recarga insuficiente en un mercado en crecimiento

Escribe Sofia Vago, Presidenta de Accenture Argentina

En medio de la carrera hacia la reducción de emisiones y la búsqueda de un futuro sostenible, la movilidad eléctrica se presenta como una pieza fundamental. Con el transporte siendo responsable del 28% de las emisiones mundiales de carbono, la electrificación se vuelve esencial para cumplir los compromisos de reducción a cero. Aunque las ventas de vehículos eléctricos (VE) han experimentado un impresionante aumento del 60% a nivel global, la infraestructura de recarga no ha logrado avanzar al mismo ritmo, planteando un desafío significativo en este mercado en crecimiento.

Puntos de avance y obstáculos persistentes


Es innegable que los VE han recibido un impulso considerable en el mercado, representando casi el 15% de las ventas totales de vehículos. La asequibilidad ha sido una preocupación histórica, pero se espera que la próxima generación de modelos más accesibles y los incentivos gubernamentales reduzcan pronto los costos. No obstante, el mayor desafío al que se enfrentan los vehículos eléctricos reside en la experiencia de recarga, la cual es percibida como poco fiable, compleja y fragmentada.

La experiencia de recarga, una brecha por cerrar


Recargar un vehículo de combustión interna es sencillo y rápido. El conductor se detiene en una estación de servicio, llena el tanque y paga el combustible en cuestión de minutos. Sin embargo, debemos recordar que esta experiencia sin complicaciones se ha desarrollado a lo largo de décadas. La infraestructura de combustibles fósiles es un sistema maduro que brinda una experiencia coherente en cualquier ubicación. La movilidad eléctrica, por otro lado, debe replicar esta experiencia en un corto periodo de tiempo.

La problemática de la recarga


Hoy en día, la mayoría de las recargas de vehículos eléctricos se realizan en casa o en el lugar de trabajo. No obstante, esta situación está por cambiar. Los conductores que alquilan vehículos eléctricos, viven en viviendas compartidas o no tienen acceso a una plaza de estacionamiento exclusiva se enfrentarán a nuevos desafíos al tener que utilizar infraestructuras de recarga públicas o semipúblicas, las cuales no ofrecen una experiencia óptima para los usuarios.

La escasez de puntos de recarga, su falta de rapidez y los problemas de compatibilidad en los sistemas de pago son obstáculos actuales. Además, la falta de datos en tiempo real sobre la ubicación, capacidad y disponibilidad de los puntos de recarga dificulta aún más la experiencia de los conductores de VE. La ausencia de una fuente única de información sobre la red de recarga también es un problema que debe abordarse.

Como parte de los esfuerzos para abaratar los VE, los fabricantes de automóviles deben ofrecer una gama más amplia de modelos más baratos. Los nuevos modelos de alquiler, leasing y bajo demanda permitirán a los clientes conducir un VE sin tener que comprarlo directamente. El uso de baterías de VE en programas de flexibilidad reducirá la necesidad de reforzar la red y aprovechará la energía verde al precio más barato, abaratando los costes de la electricidad.

La instalación de puntos de recarga, tanto públicos como privados, debe ser puntual y eficiente. Los puntos de recarga tienen que entregarse a tiempo, los instaladores necesitan disponibilidad para colocar los equipos, y los operadores de la red de distribución tienen que garantizar que las conexiones a la red se realicen a tiempo y que todo el proceso sea lo más rápido posible.

Ante esto, debemos recordar que las flotas corporativas y la recarga pública necesitan un gran número de puntos de recarga de alta capacidad. Es posible que la infraestructura de red existente no pueda soportar estos emplazamientos, que pueden requerir mejoras significativas. Por lo tanto, es importante que los operadores de distribución también lleven a cabo cualquier actualización de la red necesaria de forma rápida y eficiente. Sólo a través de una colaboración mucho más estrecha se conseguirá que el sector pueda alcanzar rápidamente una mayor escala.

También debemos recordar que la infraestructura de recarga se está desplegando como parte de mejoras mucho más amplias de la infraestructura urbana, incluidos los sistemas de transporte integrados, la banda ancha de fibra, el alumbrado público inteligente y los equipos de vigilancia. Es importante que el sector colabore con los urbanistas para garantizar que la infraestructura de recarga se despliegue donde más se necesita y de la forma menos perjudicial para los ciudadanos.

Los conductores necesitan mucha más ayuda para encontrar el punto de recarga que mejor se adapte a sus necesidades en términos de velocidad de carga y costo. La funcionalidad de las aplicaciones de eMobility debe mejorar mucho. Deben ofrecer información más clara, completa y en tiempo real sobre la infraestructura pública de recarga, incluida su disponibilidad. Esto requiere no sólo centrarse en la experiencia del usuario, sino también en mejorar enormemente el intercambio de datos en todo el sector.

En el siguiente enlace encontrarás el estudio completo sobre eMobility: Accenture | eMobility accelerated.

(*) Sofia Vago: Presidenta de Accenture Argentina