Cada 17 de mayo se celebra el día mundial del Internet, una fuerza que transformó y sigue transformando todos los aspectos de nuestras vidas. Desde su creación en la década del 60 hasta ahora, mejoró nuestra comunicación, nuestra capacidad para trabajar, aprender, entretenernos, y derribó las barreras físicas y geográficas que antes nos separaban. Continúa evolucionando y moldeando nuestras vidas de maneras sorprendentes, abriendo nuevas posibilidades y conectándonos en un mundo cada vez más globalizado.

Según el Digital Report 2023, estudio anual realizado por We Are Social, el número de usuarios de internet en el mundo alcanzó los 5.160 millones de personas, lo que representa al 64,4% de la población mundial. El número incrementó un 1,9% respecto de 2022, en 98 millones de personas conectadas. Otro aspecto destacable es la adopción masiva de dispositivos móviles, más del 90% del tiempo de acceso a Internet se realiza a través de ellos.

En la actualidad, damos por sentado el acceso a internet y a los avances digitales que nos rodean. Sin embargo, hace algunas décadas, este panorama era completamente diferente, el concepto de Internet estaba lejos de ser lo que hoy es. La posibilidad de comunicarnos instantáneamente con personas de todo el mundo y acceder a una cantidad ilimitada de información en cuestión de segundos era algo inimaginable. El hecho de poder aprovechar estos avances en nuestra vida diaria es un recordatorio del impresionante progreso que la humanidad logró en tan poco tiempo y nos invita a imaginar que nos depara el futuro.

Sin ir más lejos, hace 10 años era inimaginable pensar en un auto que se conduzca sin intervención humana, hoy, los autos autónomos impulsados por la interconexión de dispositivos y sensores son una realidad. Gracias a la capacidad de los vehículos de comunicarse y compartir datos a través de Internet, se logra una integración entre la inteligencia artificial, el procesamiento de datos en tiempo real y los sistemas de navegación avanzados, permitiéndoles tomar decisiones basadas en información actualizada sobre el tráfico, las condiciones climáticas y otros factores relevantes para una conducción segura.

Lo mismo ocurre con los asistentes inteligentes virtuales. De hecho, antes, tener un dispositivo que pueda responder a nuestras preguntas, realizar tareas y hasta mantener conversaciones era algo sacado de la ciencia ficción. Sin embargo, la combinación de la interconexión de dispositivos y el poder de procesamiento proporcionado por la infraestructura de Internet hizo posible la creación de varios de ellos. Estos asistentes utilizan la conectividad para acceder a una variedad de datos y servicios en línea, permitiendo respuestas rápidas y precisas a nuestras consultas y acciones solicitadas.

Internet también ha transformado radicalmente la forma en que operan los negocios, la educación y hasta nuestro entretenimiento. En el ámbito empresarial, impulsó la llamada industria 4.0, que se basa en la integración de tecnologías avanzadas como Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos en los procesos de fabricación y producción. Esto lleva a una mayor automatización, eficiencia y productividad en la industria, permitiendo una producción más rápida y personalizada, así como una mejor gestión de la cadena de suministro. En el campo educativo, el Internet democratizó el acceso al conocimiento a través de los recursos en línea y la educación a distancia. En cuanto al entretenimiento, la transmisión de contenido en línea, las redes sociales y los juegos han revolucionado la manera en que nos divertimos y nos conectamos con los demás.

Con su presencia omnipresente, Internet se ha convertido en una herramienta esencial en nuestra sociedad contemporánea. Su influencia trasciende fronteras y transforma la manera en que interactuamos en nuestro día a día. Por nuestra parte, estamos orgullosos de continuar realizando aportes decisivos para que esta tecnología sea una realidad y se democratice para la mayor parte de la población. Además, a medida que continúa evolucionando y moldeando nuestro mundo, es fundamental que reflexionemos sobre su impacto y nos preparemos para las oportunidades y desafíos que el futuro digital nos presenta.

Definitivamente, toda esta incorporación de tecnología debe ser acompañada de ciertos debates éticos y de valores. Hay un papel del gobierno, de la comunidad civil y de las empresas para que la tecnología se use de la manera correcta y con responsabilidad. Esto tiene que estar en el centro de las conversaciones. Depende de nosotros aprovechar esta poderosa herramienta para construir un futuro más innovador, inclusivo y conectado.

(*) Adrián De Grazia: Argentina country lead & Americas Inside Sales director de Intel