Operaciones Autónomas: la herramienta para potenciar el crecimiento

Escribe Carlos Company, Head of Digital Strategy Americas en NTT DATA

Los datos encienden la luz amarilla: el 39% de los altos ejecutivos creen que sus empresas no serán económicamente viables en una década si no se realizan cambios en sus modelos operativos y el 69% opina que su modelo de operaciones no puede adaptarse de manera continua a los cambios que exige el mercado y el entorno económico. La era de los negocios digitales presiona a las organizaciones, que buscan formas de innovar constantemente para mantenerse a la vanguardia y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades para crecer.

Los negocios autónomos -término acuñado por Gartner- definen a la próxima ola macro de cambio, que viene ganando impulso desde 2020 y se acelerará durante esta década. Por definición, es un estilo de organización en parte gobernada y mayormente operada por agentes de software que aprenden y proveen servicios y productos inteligentes.

Es en este contexto que las operaciones autónomas se convierten en un paso clave: se trata de cómo las empresas transforman radicalmente sus modelos operativos mediante el aprovechamiento de la automatización responsable, los nuevos modelos operativos digitales y las tecnologías emergentes. Así, transforman la forma en la que las organizaciones operan y se adaptan en la era digital, automatizando sus procesos end-to-end.

Esto implica no solo optimizar los procesos existentes, sino llevar las capacidades de la empresa a un nivel completamente nuevo al permitir que los sistemas tomen decisiones informadas de forma independiente. Como consecuencia de la adopción de operaciones autónomas, la organización tendrá mayor eficiencia, reduciendo errores y disminuyendo los tiempos de respuesta, además de contribuir a una experiencia del cliente más satisfactoria y personalizada. En estos contextos tan volátiles, las operaciones autónomas impulsan a que las compañías estén mejor preparadas para enfrentar interrupciones, retos y desafíos inesperados, promoviendo mayor resiliencia empresarial.

Más allá de sus beneficios, por supuesto que también hay desafíos. Para empezar, cualquier aplicación de operaciones autónomas deberá realizarse de una manera ética y sostenible, garantizando la automatización responsable. Por otro lado, la seguridad y la privacidad de datos son cuestiones críticas que deberán ser normadas, porque las decisiones autónomas se basan en información sensible. Y, no se puede dejar de lado el factor humano. Si bien una parte significativa de las actividades de management y toma de decisiones será automatizada, siempre quedará una parte de liderazgo y responsabilidad humanos, lo cual implica la capacitación del personal para trabajar con sistemas inteligentes. Es un factor clave para una adopción exitosa.

Aunque al hablar de operaciones autónomas se podría pensar en una cultura corporativa dominada por las máquinas, esta evolución no será deshumanizante, porque solo puede seguir creciendo si el talento se desarrolla y eleva de forma continua. Todavía son muy pocas las compañías que trabajan 100% de esta manera, con algunos ejemplos en industrias como la financiera, donde hay empresas de manejo de inversiones en las que los algoritmos impulsados por inteligencia artificial son quienes toman las decisiones. Pero la transición será gradual en muchas otras industrias.

Esta nueva era de negocios autónomos es una continuación de la de los negocios digitales, centrada en la reinvención de los productos, que a su vez vino después de la era de los e-negocios. Cada nueva fase no reemplaza a las anteriores, sino que se construye sobre ellas. ¿Cuál será la próxima fase? Quizá, los “negocios metaversales”, donde se borren las fronteras entre las personas y las máquinas.

Así, las organizaciones que adopten y adapten rápidamente sus modelos operativos para abrazar esta nueva evolución estarán mejor posicionadas para aprovechar el crecimiento estratégico a largo plazo, liderando el camino hacia un futuro más inteligente y exitoso. Es una oportunidad emocionante para que las organizaciones lleguen a un nuevo nivel de eficiencia, innovación y competitividad. Con una implementación planificada y gestionada, que genere sinergias entre la experiencia humana y la automatización, el camino hacia el crecimiento será mucho más sencillo.

(*) Carlos Company: Head of Digital Strategy Americas en NTT DATA