Liderazgo en tiempos de IA

Escribe Federico Nardelli, docente del Departamento de Administración y RRHH de UADE

A lo largo de la historia, la definición y aplicación del liderazgo se ha visto trastocada por factores contingenciales, como así también por nuestros conocimientos respecto del arte de liderar y el entendimiento de uno efectivo, que, por cierto, ha mutado a lo largo del tiempo.

Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un desafío mayúsculo y posiblemente nunca afrontado en el ejercicio del liderazgo: la Inteligencia Artificial (IA) generativa y su aplicación en el mundo del trabajo.

Solo para citar algunas fuentes y números, se espera que, en los próximos cinco años, la IA reemplace el 25% de los puestos de trabajo en el mundo (Wood, 2023, Foro Económico Mundial, Futuro del empleo, 2023). Por si fuera poco, se estima que el 40% de la fuerza laboral deberá ser reentrenada en los próximos tres años en virtud de los avances de la IA y su adoptación en las organizaciones (IBM Institute for Business Value, Una nueva frontera para el futuro del trabajo, 2023).

Entendidos en la materia como Bill Gates, predicen que, en los próximos dos años, la IA podría reemplazar profesiones ligadas a la enseñanza, como otras tantas que hasta hace no mucho creíamos a salvo del avance de esta nueva tecnología (Sánchez, Conoce las profesiones que serían reemplazadas por la Inteligencia Artificial, según Bill Gates, 2023).

Es claro que el futuro ya llegó….


En este contexto ¿cuál es el papel de los líderes? ¿cómo debieran aplicar su liderazgo para ser efectivos en tiempos de IA? Para poder responder a estas preguntas, es preciso entender qué es la IA generativa.

Este nuevo tipo de IA posibilita la creación de contenido como texto, imágenes, audio, vídeos y música, a partir del aprendizaje de producciones realizadas por personas, lo que permite analizar grandes conjuntos de datos como conversaciones, automatizar tareas repetitivas como respuesta a solicitudes de contacto y mejorar las interacciones con los clientes a través de chatbots mejorados; beneficios que por sí solos se centran en mejorar la productividad por sobre la competencia.

En este contexto, el liderazgo cobra vital importancia, pudiendo gestionar los grandes cambios que supone esta tecnología en los equipos de trabajo como una oportunidad tanto para los colaboradores como para el negocio.

La IA generativa puede emplearse para potenciar las habilidades de las personas, librándolas de trabajo rutinario y operativo que no agrega valor y permitiéndoles centrarse en lo que realmente importa: resolver desafíos, emplear la creatividad, implementar nuevas ideas y desarrollar sus talentos.

¿Qué implica? La generación de una cultura de curiosidad y aprendizaje, escuchando a las personas y sus experiencias con esta nueva realidad.

Cultura de curiosidad y aprendizaje


El líder debe alentar un entorno que permita preguntarse por qué hacemos lo qué hacemos y cómo podríamos hacerlo mejor. El uso de la IA generativa supone una herramienta válida para incrementar la eficiencia de los equipos de trabajo, en tanto y en cuanto, se emplee con creatividad y asertividad.

Para que ocurra, el líder deberá desarrollar la mentalidad de crecimiento, tanto la propia como la de su equipo, para abordar los desafíos como oportunidades y los errores como aprendizaje.

Escuchar a las personas


Los grandes cambios que supone la adopción de sistemas de IA en el mundo laboral implican emociones encontradas, desde el entusiasmo de incrementar la productividad, al miedo de ser reemplazado.

En ese sentido, el líder debe dar oídos y atender las preocupaciones de los miembros de su equipo, así como también sus expectativas e ideas para generar un clima de certidumbre, confianza y acción. Es decir, requerirá un alto grado de inteligencia emocional para conocer su entorno -propio y ajeno-, pudiendo conectar las emociones y estados de ánimo con el propósito grupal y así accionar en consecuencia.

De esta manera, se propone que las personas sean el centro de la gestión del líder en la implementación y uso de sistemas de IA generativa, articulando sus talentos y desarrollando sus habilidades, con las facilidades que esta nueva tecnología ofrece.

Sin embargo, la nueva dinámica laboral no solo impacta en los colaboradores, la figura del líder se ve trastocada, confirmando aquello que se viene proponiendo desde ya hace un tiempo: la figura del líder como coach de sus colaboradores.

Si en algún momento de la historia asociamos el liderazgo a supervisar y controlar, en la actualidad podemos dar por hecho que el rendimiento y la productividad pueden ser fácilmente verificados por sistemas de gestión y de forma más eficiente. Así las cosas, el liderazgo queda liberado para apoyar y acompañar a las personas en la organización.

Las economías de plataforma nos dan un claro ejemplo de esta tendencia, mientras que sus operaciones se encuentran centradas en el uso de algoritmos y sistemas de gestión, los líderes se enfocan en las personas, acompañándolos en el diseño de objetivos desafiantes, desarrollando junto a ellos las habilidades necesarias para afrontar los desafíos del negocio y creando un ambiente de trabajo que potencie sus talentos y genere sinergia.

En resumen, los líderes efectivos logran ver el vaso medio lleno para cumplir con los objetivos organizacionales y desarrollar el máximo potencial de sus integrantes, centrando su gestión en ellos y empleando lo mejor de la tecnología. Esto es lo que realmente arroja una ventaja competitiva respecto de una empresa a la otra: personas comprometidas, con espacio para emplear su creatividad y con capacidad para adaptarse y llevar el negocio a un nuevo estadio.

(*) Federico Nardelli: Docente del Departamento de Administración y RRHH de UADE