Dentro de la fábrica de Intel en Costa Rica: donde la innovación cobra vida

Con 26 mil metros cuadrados de planta y 17 mil metros cuadrados de laboratorios, la instalación no es solo un espacio físico, sino el lugar donde la magia de la ingeniería, la tecnología y la innovación ocurre, tal como la propia empresa lo describe

Artículo publicado en IT Forum

Ubicada en el distrito de San Antonio de Belén, en la encantadora Costa Rica, la imponente presencia de la fábrica y el laboratorio de Intel se destaca entre el exuberante verde de la ciudad, rodeada de bellezas naturales y volcanes. Con 26 mil metros cuadrados de planta y 17 mil metros cuadrados de laboratorios, la instalación no es solo un espacio físico, sino el lugar donde la magia de la ingeniería, la tecnología y la innovación ocurre, tal como la propia empresa lo describe.

Al ingresar al lugar, es imposible no sorprenderse con su grandeza. Con más de 3,3 mil empleados propios, casi 5 mil tercerizados y 27 años de una historia que se entrelaza con los avances tecnológicos globales.

Inaugurada originalmente como una instalación de ensamblaje y prueba, Intel Costa Rica ha evolucionado a lo largo de los años para convertirse en un Centro de Investigación y Desarrollo de última generación, además de un Centro Global de Servicios que proporciona soluciones críticas para toda la empresa, y un Centro de Distribución global que envía el 50% de los procesadores para centros de datos a 44 países.

Es también en esta unidad donde se realizan pruebas de microprocesadores de cientos de socios que confían en la tecnología Intel para mejorar y lanzar sus productos.

La planta, que representa el 60% de las exportaciones de investigación y desarrollo, es un hito en el ascenso de Costa Rica en la cadena global de valor. "En 2014, tuvimos una gran transformación aquí. Entramos en el desarrollo de software para hardware y eso generó la expansión de nuestro centro. Ahora, tenemos 1,7 mil personas solo en ingeniería", destacó Ileana Rojas, presidenta de Intel Costa Rica.

Con una inversión de $1,25 mil millones desde 2020, Intel reafirmó recientemente su posicionamiento con el desarrollo tecnológico del país. En septiembre de 2023, la empresa anunció una inversión de $1,2 mil millones en sus operaciones en Costa Rica en los próximos dos años. Un compromiso que va más allá de las cifras, confirmando la posición de Intel como pieza clave en el sector de semiconductores.

Según las previsiones de Gartner, los ingresos globales de semiconductores deben crecer un 16,8% en 2024, totalizando $624 mil millones. Según el instituto de investigación, Gartner revela que 2024 será un año de recuperación para este mercado, con un crecimiento en los ingresos para todos los tipos de chips, impulsado por el aumento de dos dígitos en el mercado de memoria.

Secretos de producción
IT Forum fue invitado por Intel para conocer de cerca la unidad con un grupo selecto de periodistas de América Latina, Canadá y Estados Unidos. Durante el recorrido por el laboratorio, ensamblaje y pruebas, que operan 24×7, desafortunadamente, las cámaras estaban prohibidas.


Centro de ensamblaje y prueba de Intel en Costa Rica

Cada paso en el área de producción, sin embargo, revelaba algo nuevo sobre el lugar, que desempeña un papel crucial en la producción de los procesadores Xeon, la base de servidores de Intel. Esta es la fábrica donde la innovación cobra vida, y el secreto en torno a las operaciones agrega un toque de misterio.

Al ingresar, pequeños robots comparten el espacio con empleados de la empresa, debidamente vestidos con trajes que protegen cualquier tipo de ingreso de partículas que puedan afectar el rendimiento de los semiconductores. También tuve que usar los trajes especiales y guantes. El maquillaje también está prohibido.

El recorrido por la fábrica, equipada con tecnología de punta conectada a capacidades elevadas de previsión, robótica y autogestión, comenzó en el laboratorio, donde los ingenieros prueban procesadores que llegarán al mercado en los próximos meses. Uno de ellos estaba siendo sometido a pruebas. El ingeniero no dio detalles del producto, pero parecía ser el 18A, que promete revolucionar el mercado de chips aún este año. Es en este momento cuando se ponen en práctica tres etapas: después de la llegada del chip, se lleva a cabo el "first beat", luego el prototipo y, finalmente, la calidad.

Max Ramírez, director de ensamblaje y pruebas de Intel Costa Rica, contó que solo su área suma 700 empleados directos y 800 contratados de terceros, siendo el 27% mujeres técnicas. Todos ellos dedicados a garantizar cero fallas.

Según Iván Flores, director de DEG y gerente del Laboratorio de Ingeniería de Intel Costa Rica, en 2023, la empresa decidió continuar con esta fase de ejecución en 30 productos, siete de los cuales ya están en el mercado con una alta producción. "Para llevar estos productos al mercado, tuvimos que procesar más de 400 mil muestras, generar 200 experimentos de calidad de rendimiento antes y después de la producción, con un trabajo de más de 200 mil ingenieros, que se conectaron remotamente con los servicios de nuestro laboratorio", contabilizó.

Cerca de allí, las máquinas probaban exhaustivamente los chips. Uno de los ingenieros explicó que todos los chips pasan por pruebas de estrés simulando el uso durante tres años en el mercado de consumo.

Javi Pérez, director de ensamblaje y pruebas de Intel Costa Rica, explicó que cuatro componentes críticos componen la fase de ensamblaje: el die, el sustrato, el interposer y el litio. "Después del ensamblaje, comenzamos un proceso de burn in, que es la aceleración de condiciones de estrés para eliminar microprocesadores que pueden fallar temprano en sus ciclos de vida", explicó.

Esto se debe a que los dos primeros años de uso son críticos para la presentación de problemas. En caso de no pasar la prueba, regresan a la etapa anterior. No hay margen para errores. En esta etapa, los chips aún no están montados, como los vemos en las computadoras, por ejemplo. Solo en la fábrica son ensamblados y se realizan nuevas pruebas.

Luego, cada uno recibe un número de serie. A continuación, se lavan en máquinas con agua a alta temperatura para garantizar la eliminación de posibles suciedades o partículas.

En la etapa final, en el centro de distribución, 400 personas trabajan en la logística de los productos para 44 países. Jorge Sánchez, director de logística de Intel Costa Rica, explicó que desde 2020, cuando la parte de fabricación comenzó a operar en el lugar, se han despachado más de 28 millones de unidades a 128 clientes. Los productos llegan en impresionantes un día a las Américas, dos días a Europa y tres días a Asia.


(La periodista viajó a invitación de Intel)

(*) Déborah Oliveira: Editora-Jefe y Directora de Contenido de IT Forum