Economía naranja: por qué la creatividad es una fuente de oportunidades infinita para América Latina

Escribe Natalia Jasin, Directora General y Fundadora de Bounty EdTech

¿Por qué la creatividad y la innovación son cada vez más importantes para América Latina y el Caribe? Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco) consideran que la Economía Naranja o Creativa es y será, un motor clave en el desarrollo y crecimiento de América Latina y el Caribe. Ya en el año 2021, se aportaban a nivel mundial U$S 31.000 millones de activos a la inversión cultural sostenible y de impacto, según la ONU. Este organismo internacional prevé, que la Economía Naranja o Creativa representará el 10% de la actividad mundial en los próximos diez años. En la actualidad, es generadora de más de 300 millones de empleos y aporta más del 3% del Producto Bruto Global.

No hay duda que la Economía Naranja -movimiento que nace en Latinoamérica- impulsa a la cultura, la creatividad y el conocimiento hacia la generación de riquezas, convirtiendo al talento joven, en el motor del crecimiento económico, a la vez que es puente para la generación de empleo, contribuyendo a la producción y exportación mundial.

¿Cuál es el papel de la mujer dentro de la Economía Naranja o Creativa?


La creatividad no está determinada por el género, sino que es una cualidad multifacética influenciada por una variedad de factores, como la educación, el entorno, las experiencias personales y la genética. Sin embargo la experiencia y los datos muestran que las expectativas, los roles sociales y las oportunidades de desarrollo profesional en la mayoría de los casos no encuentra paridad de género. Factores sociales y culturales pueden influir en la expresión y desarrollo de la creatividad entre hombres y mujeres de manera diferente.

Cualquier diferencia en la creatividad entre hombres y mujeres probablemente se deba a una combinación compleja de factores, y no a una característica intrínseca del género. Es importante evitar generalizaciones y reconocer la diversidad y la individualidad como parte de la creatividad humana.

La Economía Naranja o Creativa es una industria basada en las ideas, se caracteriza por la innovación constante, y el uso de las herramientas tecnológicas y digitales en los procesos de elaboración de los productos. Es en este punto donde tal vez la desigualdad de género se profundiza. Si bien la innovación y la tecnología ofrecen oportunidades sin precedentes para llegar a quienes corren mayor riesgo de quedarse fuera del sistema, la brecha de género sigue siendo muy desfavorable para las mujeres, en materia de acceso a los conocimientos y manejo de herramientas tecnológicas.

Las inversiones de los gobiernos y del ámbito privado tiene que estar dirigidas a desarrollar acciones innovadoras que fomenten la igualdad de género; promover la innovación y el espíritu empresarial creativo entre las mujeres. Es necesario focalizar los esfuerzos en más soluciones de base tecnológica que respondan a las necesidades de las mujeres.

También resulta fundamental fomentar espacios de tipo bottom up donde las mismas mujeres se nuclean en espacios de comunidades de práctica y logran generar acciones concretas para visibilizar ciertos sesgos de género en los puestos de liderazgo en el sector IT, como es el caso del Comité de Mujeres en Tecnología.

Los Servicios Basados en el Conocimiento son parte fundamental de la Economía Naranja y hay que seguir trabajando para ofrecer espacios de formación para exportar talento al mundo. Cultivar un ambiente propicio para la creatividad y la innovación, reconociendo su papel fundamental en la resolución de problemas, la generación de nuevas ideas y la mejora de la calidad de vida de las personas en todo el mundo.

América Latina y el Caribe es una región con un gran potencial humano, con espíritu creativo y capital innovador. Es en este contexto, donde las mujeres cumplen un papel clave al momento de impulsar la creatividad y concretar con éxito las acciones innovadoras, ayudando al crecimiento y desarrollo de las sociedades.

Entre todos debemos trabajar pensando en el presente y futuro de las nuevas generaciones, y entender que, en mayor o menor medida, tanto mujeres como hombres son creativos. Sólo se necesita igualdad de oportunidades y fomentar esa creatividad desde edades tempranas y en diversos ámbitos, desde la educación y la ciencia hasta el arte y los negocios.

(*) Natalia Jasin: Fundadora y Directora General de Bounty EdTech