En un contexto donde la innovación tecnológica se convirtió en un motor clave para el crecimiento empresarial, una correcta implementación estratégica de la IA y la gestión del cambio son los aspectos cruciales para el camino al éxito de una empresa en el futuro inmediato.

El avance de los algoritmos de aprendizaje automático, el incremento de disponibilidad de datos y la potencia de las computadoras para incorporarlos están convirtiendo a la inteligencia artificial en una herramienta disruptiva para optimizar operaciones, impulsar la innovación y personalizar las experiencias de los clientes. Sin embargo, su incorporación efectiva a una empresa va más allá de la adquisición de la tecnología en sí, por eso es necesario observar algunas claves en la gestión del cambio para que la transformación tecnológica rinda sus frutos:

Tener un uso eficiente de la IA empieza con identificar aquellas áreas de oportunidad donde se puedan proporcionar mejoras significativas con la tecnología, como la reducción de costos, la mejora de la experiencia del cliente o automatizar tareas rutinarias y repetitivas. Esto debe ir aparejado a asegurar que estas soluciones de IA se integren sin problemas con la infraestructura tecnológica existente en la empresa, y además, medir el impacto que tenga la implementación en términos de retorno de inversión.

Contar con líderes transversales que posean una comprensión sólida de la IA o ofrecer programas de desarrollo de liderazgo centrados específicamente en IA, que incluyan cursos de gestión de proyectos con IA, ética de su uso y aplicaciones prácticas ayudarán a que distintos líderes de otras áreas de la empresa como marketing, finanzas o administración desarrollen una visión y una estrategia clara para la implementación de la IA que esté alineada con los objetivos generales de la empresa.

Tener pautas claras del uso de esta tecnología definiendo qué normativas se llevarán a cabo para garantizar la protección de datos y la seguridad del sistema de IA a través de protocolos de prevención que puedan mitigar los sesgos de la implementación como la protección de datos sensibles, además de realizar auditorías periódicas y evaluaciones de los sistemas para identificar y corregir posibles problemas, fortalecerán la confianza de los empleados con esta tecnología.

Una capacitación continua en IA debe ser el factor clave más importante sea ofreciendo cursos de los conceptos básicos hasta el uso de técnicas avanzadas de la tecnología. También el implementar proyectos piloto de IA donde los empleados puedan aplicar sus conocimientos en situaciones reales puede ayudar a ganar su confianza en el uso de la tecnología, así como también la posibilidad de incorporar programas de mentoría donde expertos en IA puedan ayudar a los empleados en este proceso de aprendizaje.

Identificar las tendencias emergentes y evaluar el impacto de la IA en la industria son puntos en común en el viaje de integrar la IA de manera estratégica a una empresa. Según un estudio de McKinsey Global Institute, solo el 17% de las empresas que utilizaron la IA lograron un impacto en sus resultados. El restante 83% está en diferentes etapas de implementación o no ha logrado alcanzar al momento los objetivos empresariales dispuestos. Esto refleja también el desafío que tienen por delante los CEOs para seguir cultivando habilidades de liderazgo ético que promuevan una cultura adaptable al cambio y que esté en formación continua con esta tecnología.
Es claro que la IA generará una redefinición del trabajo de las personas en las organizaciones en el futuro. Sin embargo mo se trata sólo de implementar la inteligencia artificial porque el contexto nos dirige a este proceso, sino de tomarse el tiempo de invertir en prácticas estratégicas que se alineen a esta apuesta por la innovación y la competitividad sostenible donde adoptar la mentalidad del cambio constante será esencial para atreverse a imaginar el futuro.

En AW Global nos consideramos socios tecnológicos de nuestros clientes con la responsabilidad de buscar de manera continua innovaciones emergentes y convertir su potencial en valor para los negocios.

(*) Alejandra Oniszczuk: Socia y Directora de AW Global