La tecnología educativa ha sido, desde el comienzo de los tiempos, una aliada esencial para el progreso humano. Todos conocemos el impacto que tuvo la imprenta para democratizar el saber. También comprendemos el impulso y el avance que implicó la revolución informática con la popularización de la computadora personal primero, la llegada de internet después y los dispositivos móviles más tarde. Cada uno de estos pasos ha impactado fuertemente en el ámbito del aprendizaje y de las organizaciones dedicadas a la enseñanza, formación y desarrollo de las personas.

Sin embargo, hay otro factor que también ha tenido un gran impacto en mejorar la calidad y el acceso a la educación en los últimos años y que suele pasar desapercibido por el público en general y por parte de la comunidad educativa: el surgimiento, crecimiento y madurez de las tecnologías de código abierto.

Las tecnologías de código abierto son desarrollos de software que se distribuyen con un tipo de licencia que, al tener el código fuente de la aplicación "abierto" (accesible para cualquiera), permite su revisión, modificación y mejora. A diferencia del software "cerrado" o propietario, cuyo código fuente solo puede ser accesible por el desarrollador o la empresa que lo ha escrito, el software "open source" puede ser accesible por cualquier persona. Una de las consecuencias más directas de este enfoque es que el costo del licenciamiento por usuario es gratuito. Por ejemplo, al utilizar una plataforma educativa para 10,000 alumnos, no hay costos por usuarios asociados si se utiliza software open source. Los únicos costos asociados al software open source son los de infraestructura y gestión u operación.

Importancia de la adopción de tecnologías de código abierto en el ámbito educativo

Adoptar tecnologías de código abierto en el ámbito educativo es un factor diferencial porque democratiza el acceso a herramientas avanzadas sin los altos costos de licencias propietarias, permitiendo a las instituciones educativas de todos los tamaños y recursos ofrecer una educación de calidad. Estas tecnologías, que pueden ser plataformas de aprendizaje online como Open edX o herramientas de generación de contenido interactivo como H5P, ofrecen flexibilidad y personalización, permitiendo a las instituciones adaptar las herramientas a sus necesidades específicas y fomentar la innovación.

Además, el código abierto garantiza la soberanía de los datos, mejorando la seguridad y privacidad de la información de los estudiantes. Por otra parte, gracias a la colaboración global que fomentan estas tecnologías, se enriquece el intercambio de conocimientos y buenas prácticas. En las comunidades de código abierto, las contribuciones se enriquecen día a día: si alguien identifica un error en el código, lo informa y se corrige. Asimismo, se van incorporando nuevas funcionalidades según evoluciona la tecnología y las necesidades de los usuarios. Cada una de estas iniciativas se evalúa en conjunto, fomentando la mejora continua de forma colaborativa y distribuida.

Es también fundamental destacar que gracias a su costo reducido, el código abierto hace posibles iniciativas que permiten llegar a toda la comunidad, ampliando el acceso y la inclusión en la educación.

Perspectiva latinoamericana

En América Latina, la adopción de tecnologías de código abierto está en crecimiento, aunque enfrenta desafíos únicos. Los desafíos más importantes son la falta de infraestructura tecnológica en algunas regiones y la escasez de recursos económicos para invertir en el desarrollo y capacitación de recursos humanos.

Sin embargo, existen ejemplos inspiradores de iniciativas exitosas en la región. Países como Brasil, México y Argentina están implementando soluciones de código abierto para mejorar la educación. Por ejemplo, universidades y escuelas han adoptado plataformas como Moodle y Open edX para ofrecer cursos en línea y formación continua, logrando un acceso más amplio a la educación de calidad.

Las tecnologías de código abierto presentan una gran oportunidad para superar barreras educativas en América Latina, al ser más accesibles y permitir una mayor personalización según las necesidades locales.

Además, fomentan la colaboración entre instituciones y desarrolladores, lo que puede resultar en soluciones innovadoras y sostenibles. En definitiva, el código abierto puede ser un catalizador para la equidad educativa y el desarrollo en la región.

(*) Esteban Etcheverry: Cofundador de aulasneo.com