Arsat ya está lista para pensar en su satélite

Este lunes el Gobierno oficializó la creación de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat), compañía mixta que explotará la posición orbital que le corresponde al país y sus bandas de frecuencias asociadas. Para la creación de la empresa, el Estado aportará 50 millones de pesos y deberá construir el satélite nacional cuanto antes para no perder la posición orbital también ostentada por Inglaterra

La creación Arsat, la empresa de soluciones satelitales de bandera nacional fue oficializada hoy a través de la resolución 634/2006. Arsat será una compañía mixta, con el 70% de las acciones en manos privadas y el resto controlado casi en su totalidad por el Ministerio de Planificación (98%); mientras que el 2% restante de las acciones del Estado estarán en manos del Ministerio de Economía y Producción.

Según el artículo 6 de la Ley 26.092, el Poder Ejecutivo tiene un plazo no mayor de 30 días de sancionada la misma para realizar los actos necesarios para la constitución y puesta en funcionamiento de la empresa estatal. La medida faculta al ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, para designar los integrantes del directorio y demás autoridades de la flamante empresa.

¿Por qué nació Arsat?
El primero de marzo de 1997, el satélite Nahuel 1 comenzó a operar en la posición de 71,8º de longitud oeste, proveyendo una iluminación satelital a la totalidad del territorio, desde la Antártida y Tierra del Fuego hasta el sur de los Estados Unidos. En 1998 la Comisión Nacional de Comunicaciones adjudicó a Nahuelsat S.A. la posición orbital de 81° Oeste, con plena cobertura y acceso en Sur, Centro y Norteamérica en las bandas de frecuencia C y Ku. Estaba previsto para esta posición un segundo satélite (Nahuel-2), pero el gobierno nacional tomó la decisión política de revocar esa posición el 18 de agosto de 2004.

El Poder Ejecutivo de la Nación revocó, por razones de ilegitimidad, la resolución Nº 2593 del 27 de noviembre de 1998, mediante la cual se asignaba el uso de la posición orbital de 81 grados de longitud oeste y las bandas de frecuencias asociadas coordinadas por la República Argentina a Nahuelsat S.A (ver nota). Ahora el Gobierno tiene el desafío de construir el satélite nacional para no perder la posición orbital que también es ostentada por Inglaterra.
La ley prevé que la nueva empresa comience a funcionar con un aporte del Tesoro de 50 millones de pesos. Pero ese monto podría subir si, como está previsto, a fines de junio o principios de julio, el Gobierno llama a concurso público para emitir acciones clase B, que se quedarían en manos de quien haga la mejor oferta.

Esta empresa de bandera nacional, además de representar al país en el espacio (por decirlo de alguna manera) constituyó uno de los principales logros del ex secretario de comunicaciones, Guillermo Moreno, quien también es considerado el mentor de otras empresas nacionales creadas en los últimos meses.

Ahora, los principales desafíos siguen siendo los mismos que se plantearon meses atrás, cuando todavía el Senado no había aprobado la creación de la empresa: encontrar a los inversores privados una vez que la licitación para las acciones de clase B sea lanzada. Los ingresos por año producto de los servicios de los satélites rondarían los 44 millones de dólares (esto ocupando un 90% de su capacidad). Ocupando el 100% de la capacidad del satélite, las ganancias llegarían a los 48 millones de dólares por año.