Giro chino

Escribe Enrique Carrier sobre la actualidad y evolución del sector tecnológico en China

Hay ciertas cosas respecto del sector tecnológico chino que, más allá de las posturas individuales, son innegables. Una es que dejó hace un tiempo de ser mayormente la fábrica mundial para convertirse en un actor con peso propio. Otra es que cuenta con empresas que, aunque no muy conocidas en occidente, tienen el tamaño y el desarrollo de las grandes tecnológicas que sí son conocidas (en parte, pero no únicamente, gracias al tremendo tamaño del mercado interno). Otra es que a pesar de su capacidad exportadora, la tendencia actual es hacia no tanto un mundo globalizado sino escindido, particularmente en materia tecnológica. Finalmente que es un sector muy vinculado al poder político, el cual ejerce una supervisión palpable sobre sus empresas.

Quizás el caso más resonante fue el de Jack Ma, fundador de Alibaba y uno de los grandes referentes de la industria tecnológica china, al que “ablandaron” haciéndolo desaparecer del foco público durante un tiempo cuando quiso lanzar Ant Group y que finalmente tuvo que cancelar su salida a bolsa. Un caso ejemplificador que no sólo evidenció el control estatal sobre las empresas sino también moderar a los multimillonarios chinos, quizás previniendo su expansión hacia el poder político (como el caso de Musk en EEUU). Fiel a la filosofía de un Estado dirigista como legado de sus orígenes comunistas, el objetivo del gobierno chino fue y sigue siendo el de orientar los recursos hacia sus prioridades que son la seguridad nacional a lo que se sumó más recientemente la autosuficiencia tecnológica. Esta última como consecuencia de las restricciones impuestas por los EEUU y adoptadas por otros países (aliados y no tanto).

Esta situación se vio potenciada con la vuelta de Trump a la Casa Blanca y la aplicación de aranceles así como un endurecimiento de la política de restricción del acceso chino a las tecnologías de los EEUU. Y la consecuencia parece ser un cambio de enfoque hacia las tecnológicas por parte del gobierno chino.

Esta es la sensación que dejó una reunión que tuvo Xi Jinping con los CEO de las principales empresas tecnológicas chinas, unas semanas antes de que el gobierno lleve adelante su reunión anual en la que diseña la hoja de ruta económica para el año. Un año en el que se vislumbra una intensificación de la guerra comercial con los EEUU y donde se especula que además de apoyo tendrán un poco más de rienda suelta.

Pero otro factor que no puede soslayarse es el auge de la IA, un terreno en el que China no puede permitirse quedar relegada y donde ya sorprendió al mundo con DeepSeek, aunque se suman también otros modelos chinos de IA como Owen o Ernie (sí, es cierto, ninguno es un nombre muy oriental). China no sólo necesita desarrollar tecnología de IA poderosa sino que también se amolde a sus intereses, aunque esto implique sufrir restricciones fuera de ese país (como empezó a suceder con DeepSeek).

En definitiva, China parece estar reajustando su estrategia tecnológica ante el cambio de escenario político, económico y tecnológico. Sabe que sus empresas pueden y deben seguir creciendo y desarrollando productos de avanzada, en un contexto donde es importante la innovación constante pero también la rapidez. Y esto requiere de más libertad de acción, aunque deban hacerlo siempre en línea con las prioridades nacionales definidas por el gobierno. Pero este alineamiento de los empresarios tecnológicos con el gobierno no es sólo cosa de China. De todos modos, esto también sucede en los EEUU, aunque las prioridades sean otras, como quedó evidenciado recientemente. Es el factor geopolítico de la industria tecnológica.

Artículo publicado por Enrique Carrier en Comentarios.info.

(*) Enrique Carrier: Analista de mercado especializado en Internet, informática y telecomunicaciones, con más de 20 años de experiencia en el sector tecnológico. Además, es el editor de “Comentarios”, el newsletter semanal y blog de Carrier y Asociados