Interoperabilidad entre agentes de IA: presente perfecto para el futuro colaborativo de los negocios

Escribe Fernanda Pérez, gerente general de SAP Argentina

La inteligencia artificial ya no es una promesa futura: está transformando en tiempo real la manera en que las empresas trabajan, deciden e innovan. Sin embargo, su verdadero potencial no reside solo en la automatización o en la generación de contenidos, sino en la capacidad de diferentes agentes de IA para interactuar, colaborar e integrarse fluidamente en múltiples sistemas y plataformas. Esa capacidad tiene un nombre: interoperabilidad. Y es la clave del futuro de la gestión organizacional y de los negocios.

Hoy, muchas compañías están implementando agentes de IA para resolver tareas específicas: asistir a clientes, procesar aprobaciones, revisar documentos o brindar respuestas personalizadas. Pero estos agentes, por lo general, funcionan en entornos cerrados. ¿Qué pasaría si pudieran hablar entre ellos, incluso si fueron desarrollados por empresas diferentes? ¿Y si compartieran información con seguridad, coordinaran acciones y aprendieran juntos? Esa es la promesa de la interoperabilidad agéntica.

La colaboración entre SAP y Google Cloud es uno de los ejemplos más relevantes de cómo esta visión se está haciendo realidad. Ambas compañías están impulsando el protocolo Agent2Agent (A2A), un estándar abierto que permite que agentes de distintos proveedores compartan contexto y trabajen coordinadamente. Este protocolo va más allá de las integraciones tradicionales: sienta las bases para una IA empresarial verdaderamente colaborativa. El futuro es esto: agentes interoperables que resuelven problemas en tiempo real, mejoran la eficiencia y liberan a las personas para que se concentren en tareas estratégicas.

Pero esto no se limita al texto o los datos estructurados. SAP también está integrando capacidades de inteligencia vocal y visual de Google para habilitar una IA multimodal: es decir, que entiende y combina texto, audio, imágenes y video. Así, por ejemplo, una capacitación en video puede ser analizada y segmentada automáticamente, facilitando búsquedas dentro del contenido o recomendaciones personalizadas de aprendizaje. La combinación de inteligencia multimodal y colaboración entre agentes amplía exponencialmente las posibilidades de innovación empresarial.

En este escenario, la interoperabilidad deja de ser una característica técnica para convertirse en un imperativo de negocio. Según McKinsey, el impacto potencial de la IA generativa en la economía mundial podría superar los 4,4 billones de dólares al año, y cerca del 75% de ese valor provendría de áreas como servicio al cliente, ventas, software y operaciones comerciales.

Si bien un informe reciente de la misma consultora señala que 92% de las organizaciones ya están utilizando IA generativa o planean adoptarla en los próximos 12 meses, otro informe de IBM muestra que no todos tienen un enfoque completamente escalado. ¿La razón? Una de las principales barreras es la falta de integración efectiva entre sistemas.

Por eso, la colaboración entre empresas líderes —como SAP y Google Cloud— es vital. No se trata solo de compartir tecnologías, sino de construir estándares comunes, fomentar entornos abiertos y diseñar soluciones que hablen el mismo idioma. La interoperabilidad, como lo demuestra el protocolo A2A, no es simplemente una mejora técnica: es la puerta a un ecosistema de IA donde los agentes cooperan, se potencian y ofrecen un valor real, medible y sostenible a los negocios. En Argentina, Chile, Colombia, Perú, Brasil y México, como en otros muchos mercados de América latina, las empresas ya avanzan en estas líneas de trabajo.

Porque, en definitiva, estamos frente a un cambio de paradigma. El futuro nunca fue de elementos aislados, sino de redes de colaboración. Los agentes están construyendo un mundo de redes inteligentes colaborativas, donde el futuro ya llegó.

(*) Fernanda Pérez: Gerente general de SAP Argentina