Día Mundial de las Redes Sociales: "Hay que trabajar sobre la alfabetización digital"
30 de Junio de 2025Frente al crecimiento exponencial de las redes sociales, la UBA realizó un llamado a fortalecer la alfabetización digital
Cada 30 de junio se celebra el Día Mundial de las Redes Sociales, una fecha instaurada en 2010 por el empresario escocés Pete Cashmore, fundador del portal Mashable. El objetivo: reflexionar sobre el impacto que estas plataformas ejercen en la vida cotidiana. En ese marco, la Universidad de Buenos Aires (UBA) publicó un informe que destaca la urgencia de fortalecer la alfabetización digital frente al crecimiento exponencial de estas herramientas.
Las redes sociales ya no son simples canales de entretenimiento o comunicación. Son, hoy, espacios donde se construye identidad, se conforman comunidades y se negocian sentidos sociales. Facebook, Instagram, TikTok, X (antes Twitter) y LinkedIn no solo modificaron cómo se interactúa, sino también cómo se informa, se trabaja y se vive.
"Hay que trabajar sobre la alfabetización digital y con espacios en la sociedad que permitan reflexionar sobre el uso y abuso que se hace de las redes", afirmó Yamila Campo, docente e investigadora de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA. "Hay que pensar de qué otra manera podemos relacionarnos con los demás y que esto no se transforme en una dependencia".
Campo, especialista en cultura digital y en los cambios comunicacionales de la última década, advierte sobre los desafíos que plantea la inteligencia artificial en estos espacios. "Es difícil pensar hacia dónde van las redes porque en el medio aparece la inteligencia artificial, que genera otros modos de construir y generar contenido. Incluso ya hay influencers creados completamente por IA".
El informe de la UBA también muestra cómo el fenómeno de las redes atraviesa a todas las edades, pero con diferencias generacionales en los modos de consumo. "Los jóvenes tienen mayor naturalidad para establecer vínculos virtuales, pero no escapan de los vínculos reales, sino que los prolongan mediante las redes", aclara Campo, desmitificando la idea de una juventud completamente absorbida por lo digital.
En el caso de niños y preadolescentes, el impacto es aún más delicado. Muchas familias eligen retrasar el acceso de sus hijos a las redes, pero eso a veces repercute en sus posibilidades de socialización. "Aparece la idea del FOMO, el miedo a quedarse afuera. A veces no estar en las redes implica perder información clave para interactuar con sus pares", explicó la especialista.
La sobreexposición, la presión por sostener una imagen ideal y la manipulación algorítmica son algunos de los factores que impactan directamente en la salud mental, especialmente en adolescentes. Según el informe, en Argentina se utilizan las redes sociales un promedio de 3 horas diarias. TikTok, por ejemplo, consume unas 34 horas al mes por usuario, y la atención sostenida en pantalla se ha reducido dramáticamente: de dos minutos y medio en 2024 a tan solo 47 segundos en 2025.
Frente a este escenario, Campo insiste en que "los algoritmos están diseñados para darnos exactamente lo que queremos y mantenernos dentro. Incluso sabiendo lo que hacen en uno mismo, se pierde por momentos la noción del tiempo". Por eso recomienda usar herramientas de control digital como los módulos de "vida sana" que ofrecen los celulares: establecer límites horarios y fomentar hábitos de desconexión puede ayudar a mitigar los efectos negativos.
Pero la problemática no termina en la salud individual. También hay consecuencias en el plano social. Las redes se han convertido en canales de polarización política y desinformación. Campo advierte sobre la dificultad de legislar en un contexto de debate público cada vez más enrarecido: "Cuando los portavoces de discursos virulentos son representantes del Estado, se complejiza la posibilidad de establecer regulaciones".
La proliferación de fake news y el uso político de la indignación digital son parte del mismo fenómeno. "La escuela debe cumplir un rol clave: no se trata solo de debatir si el celular entra o no al aula, sino de enseñar a verificar fuentes, a identificar sesgos, y ahora también a entender cómo funciona la inteligencia artificial, que a veces produce alucinaciones informativas".
En Argentina, el 141% de la población posee un celular —es decir, hay más dispositivos que personas— y el 85,5% de los mayores de 18 años usa redes sociales, según datos del estudio global We Are Social (enero 2025). Facebook sigue siendo la plataforma con más usuarios, aunque TikTok gana terreno, especialmente entre los más jóvenes.
"La tecnología no es neutra", concluye Yamila Campo. "Las redes sociales son signo y, al mismo tiempo, productoras de época. Hay que entender que la subjetividad está atravesada por estos dispositivos y que la construcción de comunidad también se redefine allí. Por eso, la alfabetización digital debe convertirse en una prioridad colectiva".