Estados Unidos y sus ataques a la seguridad

Por Nayla Simone
Joseph Thomas Colon, un consultor de la compañía BAE Systems logró en 2004 tomar 38.000 contraseñas de empleados de la Oficina Federal de Investigación (FBI) de los Estado Unidos. Así es como accedió a datos de testigos protegidos y por tal motivo, sería condenado a 18 años de prisión, tras haberse declarado culpable de cuatro delitos. ¿Reales vulnerabilidades o excusas para continuar adelante con el dominio de Internet? Cabe la sospecha

Quizá sólo sea una simple coincidencia, pero cada vez que surge una noticia relacionada con la seguridad de Estado Unidos, es imposible evitar pensar en los ataques del 11 de septiembre de 2001 y en la lucha contra el terrorismo; en la Oficina Federal de Investigación (FBI) y los supuestos ataques a sus sistemas informáticos que generaron millonarias pérdidas para el Gobierno más preocupado por su seguridad y la del mundo entero: los Estados Unidos de Norteamérica.

En esta oportunidad, el caso que impulsa una nota más de Canal AR, tiene que ver con Joseph Thomas Colon, un consultor de la compañía BAE Systems que logró en 2004 tomar 38.000 contraseñas de empleados de la Oficina Federal de Investigación (FBI) de los Estados Unidos, incluyendo a su director, Robert S. Mueller y así fue como accedió a datos de testigos protegidos. Por tal motivo, sería condenado a 18 años de prisión, tras haberse declarado culpable de cuatro delitos.

La consecuencia fue que la agencia federal tuvo que cerrar su red informática e invertir millones de dólares en mejorar la seguridad. Los cargos tienen que ver con que el acceso intencional al sistema informático excediendo lo que tenía autorizado, ya que el consultor trabajaba para BAE Systems en las oficinas del FBI en Springfield. El acusado afirma que lo único que hizo fue saltarse algunas trabas burocráticas y usar algunas contraseñas para ayudar a mejorar la instalación de un nuevo sistema informático, y asegura que sus acciones contaban con el visto bueno de los agentes de Springfield. Nunca se sabe.

Los defectos informático del FBI se identifican como uno de los mayores obstáculos para que esta agencia gubernamental mejore en su misión de lucha contra el terrorismo. ¿O, nuevamente, la excusa perfecta para seguir adelante con su política en cuanto al dominio de la información que anda dando vueltas por la red?

De todas formas, es curioso destacar que el FBI ha invertido varios millones en tratar de mejorar estas cuestiones. De hecho, por ejemplo, ya llevó a cabo un programa de modernización llamado Trilogy, que costó 535 millones de dólares pero no logró proporcionar una herramienta adecuada para que los agentes gestionaran la información de sus investigaciones. Si bien se llevó a cabo la renovación del hardware de oficina, con la llegada de miles de computadoras nuevas, el desarrollo de un nuevo sistema para gestión de casos, conocido como Virtual Case File, fue abandonado en 2005. Y por último, en marzo de este año la agencia federal anunció que gastaría otros 425 millones de dólares en un intento por culminar el trabajo. Aun no hay noticias al respecto.

Otro caso, tiene que ver con el que es considerado el autor del mayor ataque informático al Gobierno de Estados Unidos, quien se enfrenta a una pena de cinco años de prisión y por eso deberá enfrentarse al tribunal estadounidense. Supuestamente, Gary McKinnon accedió a 97 computadoras repartidas entre la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio, el Ejército, la Marina, el Departamento de Defensa y la Fuerza Aérea de Estados Unidos entre febrero de 2001 y marzo de 2002. Así fue que causó daños de alrededor de 700.000 dólares.

Y no hay que olvidar a uno de los crackers más reconocido en todo el mundo, Kevin Mitnick, quien fue detenido por el FBI en 1995 catalogado como el más habilidoso de su tiempo. De hecho, durante 5 años de prisión tuvo prohibido acercarse a cualquier computadora o teléfono celular por miedo a los problemas que pudiera causar, luego de haber llegado a la fama por lograr ingresar a los sistemas de archivos de Motorola, Novell, Nokia, y el FBI.

El resultado final es que los Estados Unidos en reiteradas oportunidades ha intentado, a través de la ya nombrada Oficina Federal de Investigación, utilizar sistemas de vigilancia por Internet pensados para leer mensajes electrónicos y otras comunicaciones entre presuntos criminales, espías y terroristas. Así, la última y más paradójica noticia tuvo que ver con George W. Bush se mostró molesto ante una publicación del diario New York Times, que reveló la existencia de un programa secreto del Gobierno para analizar los registros financieros internacionales en busca de potenciales terroristas.

"Otra área complicada es la tecnología. A medida que ésta avanza, hay que actualizarse en sus usos. Entonces, éstas son cosas complicadas. Estamos enfrentando una guerra por primera vez en el Siglo XXI, con nuevas realidades, con bloggers, 24 horas de transmisiones radiales y televisivas; Internet, e-mails; teléfonos celulares", dijo Donald Rumsfeld, el secretario de defensa de los Estados Unidos, el pasado 1º de febrero, durante una conferencia de prensa. Por eso, y como ya se ha señalado en oportunidades anteriores en este medio, vale la pena recordar que es necesario mantenerse atento (Ver nota) y no caer en el pánico generalizado.