Cómo afecta la incertidumbre financiera a los distribuidores informáticos
Por Leandro Piñeiro 26 de Junio de 2008Los mayoristas del segmento sufren por atrasos en la cadena de pagos y falta de créditos. Opinó Sergio Airoldi, de Air Computers
El actual clima de incertidumbre económico-financiera que atraviesa Argentina se está viendo reflejado en el conflicto que hace más de tres meses mantiene en pugna al Gobierno con el sector agropecuario. Sin embargo, ésta no es la única forma que ha tomado la crisis.
El aumento general de precios, producto del comportamiento inflacionario de la economía, generó una fuerte sensación de inestabilidad que influyó notablemente en los sectores productivos del país, y los grandes distribuidores informáticos no salieron inmunes. ¿Cómo los está afectando la situación?
Canal AR dialogó con Sergio Airoldi, de Air Computers: “Nos vemos complicados desde varios puntos de vista. En principio nuestros consumidores bajaron de comprar, sobretodo el usuario final, por la inflación, por resguardarse para tener fondos para elementos más primarios como alimentos, alquiler, educación, y por la falta de planes de financiación que antes existían y hoy se están achicando o desapareciendo”.
Según el empresario, esta coyuntura se trasladó rápidamente a la dinámica empresarial: “Hay muchos rubros que se vieron afectados con la falta de actividad, suspensión de personal. Todo esto demora en la resolución de nuevas inversiones o recambio del parque tecnológico. Y todos de alguna manera nos vemos afectados por la suba de tasas en los bancos y achicamiento del crédito y la financiación, herramienta clave para el crecimiento de cualquier negocio”.
- ¿Qué medidas debieron tomar para sobrellevar la situación?
- En principio ajustar el forecast con las marcas, generar nuevos planes más agresivos, estratégicos y focalizados para mover mejor los inventarios actuales y esperar a que el problema político/financiero se encamine hacia una solución adulta y seria.
Airoldi hizó especial hincapié en un factor clave que está comprometiendo a la gran mayoría de los jugadores del sector: el atraso en la cadena de pagos. “Esto nos perjudica a todos: fabricantes, distribuidores y resellers. Genera inseguridad entre las partes y si no se soluciona en un corto plazo está claro que puede generar una ruptura en la relación comercial como mínimo, y esto es algo grave que tenemos que evitar de la mejor manera”.
El temor es aún más sustancioso cuando el agente afectado promueve acciones importadoras. “Sabemos históricamente que la seguridad jurídica en nuestro país es inestable, ya lo vivimos cuando nos pesificaron los créditos a cobrar y quedamos dolarizados con nuestras deudas en el exterior. Esto es un ejemplo de lo que nos preocupa a quienes somos importadores: que surjan medidas imprevistas y generen una inequidad irreparable”, destacó Airoldi.
“El panorama que teníamos la semana pasada era muy grave. Hoy debo decir que tenemos un horizonte de negociación entre el Gobierno y el campo, y esto abre una luz de esperanza. Esperamos volver a la normalidad, y que podamos trabajar tranquilos, sin ruido, que es lo que mejor hacemos”, finalizó.