La receta para lograr un proyecto de IoT exitoso

Hernán Gil, líder de proyecto de Baufest, explica por qué estamos ante una evolución de la alquimia

Por Hernán Gil, líder de proyecto de Baufest

Hernán Gil

Autos que detectan obstáculos, que frenan de manera automática a baja velocidad y que son capaces de estacionar solos y conocer la ruta por donde están circulando. Heladeras que hacen pedidos en el supermercados y prendas de vestir con la capacidad de analizar el ritmo cardíaco, oxigenación y que advierten ante una posible deshidratación cuando se realiza actividad física.

Hace mucho tiempo la alquimia era una práctica donde los elementos primarios –aire, agua, fuego y tierra– combinados en diferentes proporciones permitían obtener un nuevo elemento y construir herramientas y objetos útiles. Hoy podríamos decir que estamos ante una evolución de la alquimia, ya que los elementos básicos han sido reemplazados por electrónica, energía y comunicación, metodologías y procesos de negocios.

Ante esta nueva alquimia hay que aprender a combinar los elementos de manera apropiada para alcanzar una verdadera innovación tecnológica. Por ejemplo, para alcanzar el éxito de un proyecto de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se deberán tener en cuenta algunas cuestiones.

En primer lugar es fundamental determinar el sector en el que se quiere innovar: salud, deportes, logística, seguros, banca, finanzas o consumo masivo, por mencionar algunos. El conocimiento de tecnología electrónica permitirá determinar cuáles son los dispositivos o características de los dispositivos encargados de tomar medidas o extraer datos.

El segundo paso será pensar en las comunicaciones. Esto se convertirá en el punto más importante ya que, según el sector que se haya elegido, hay que enfocarse en las formas de acceso, seguridad y fiabilidad de los datos.

Con estas dos variables, habrá que definir una plataforma de IoT que permita entender los datos recolectados con el protocolo de comunicación que incluya toda la información almacenada en la nube. Servicios como Microsoft Azure y Bluemix, de IBM, pueden simplificar mucho las tareas de comunicación entre dispositivos y la nube.

En este punto –con los dispositivos funcionando, las comunicaciones activas y la plataforma de servicios IoT recibiendo información–, la atención deberá centrarse en el cliente final y en los usuarios. Para este toque final habrá que definir si las aplicaciones serán cerradas, desarrolladas a medida o, simplemente, recibir toda la información en algunos de los sistemas centrales de la empresa que adquiere el producto.

En conclusión, para lograr un proyecto exitoso para IoT habrá que ser conscientes de todos los elementos que intervienen, conocer las virtudes y fortalezas para destacar la innovación y tomarlas como aliadas con el fin de mejorar.


Más información: www.baufest.com.