“Más escuela y menos aula: el futuro de la educación en una sociedad mutante”

Repensar la educación a través de la tecnología: el desafío del futuro.

Esta semana, más de 1000 docentes participaron de un debate sobre la innovación en la escuela secundaria en el XII Foro Latinoamericano de Educación, organizado por Fundación Santillana en Buenos Aires.



La premisa del encuentro fue directa: cuáles son las necesidades, límites y expectativas del sistema educativo en un mundo cada día más atravesado por las nuevas tecnologías. Y los enfoques, si bien diversos, compartieron una máxima: hay que repensar la escuela tradicional.

Con la máxima "Más escuela y menos aula. El futuro de la educación en una sociedad digital, global y mutante", el especialista español Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, apuntó a la importancia del aprendizaje colaborativo:

"Antes la interacción con los compañeros era competidora del aprendizaje, hoy esa interacción mediante tecnologías es facilitadora del aprendizaje", y agregó que "hay que pensar a las escuelas como laboratorios en los cuales se está construyendo el mundo del futuro, donde los alumnos deben tener la posibilidad de pensar colaborativamente".

En sintonía, Andrés Delich, Director de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura en Argentina, destacó que los sistemas educativos "deben apuntar a la flexibilidad y a la capacidad de innovar", y agregó: "Tenemos el enorme desafío de formar educandos del siglo XXI que van a ser ciudadanos en el siglo XXII, arquitectos del mundo que viene".



Los motores de la innovación educativa

Finalmente, Axel Rivas, el Co-Director del Programa de Educación de Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), presentó un Documento Básico "Cambio e innovación educativa: las cuestiones cruciales", donde detalló cuáles son los motores de la innovación educativa:

"Estamos en una etapa de transición donde se está repensando la escuela tradicional. Necesitamos reescribir el '¿para qué?' que ronda en la mente de los estudiantes durante toda la escuela secundaria, ofreciéndoles conocimientos poderosos y construyendo en ellos el deseo de aprender”, destacó.

Y concluyó: "Los motores de la innovación educativa son: la disposición, es decir, una forma de estar en la escuela que hace preguntas, dialoga y reflexiona sobre la práctica; la mirada científica, la innovación anclada en la investigación rigurosa; y la idea de justicia como motivo para cambiar el orden dominante".

Más información: www.fundacionsantillana.com.