Desde hace un tiempo, el Parlamento Europeo quiere legislar acerca del uso de contenidos culturales en internet, ya sea música, libros, películas u otros medios: todo indica que la sesión de este miércoles en Bruselas marca un hito al respecto, en tanto introduce un marco legal para responsabilizar a las grandes compañías como Google o Facebook por el comportamiento de sus usuarios.

Si bien los eurodiputados rechazaron la vigilancia de los contenidos en internet para proteger el copyright, establecieron la exigencia a las plataformas de que filtren los contenidos que puedan representar violaciones, y así garanticen la defensa de los derechos de autor.

Según informa la agencia EFE, el texto aprobado pide colocar filtros para que el material publicado que esté protegido por derechos de autor sea identificado automáticamente. A fin de hacerle cumplir la nueva normativa a las empresas, las haría susceptibles a acusaciones de violación de derechos reservados por el accionar de sus usuarios.

El Parlamento fijó ayer su posición para negociar con los Estados miembro la reforma de la directiva sobre derechos de autor.

¿En qué consiste?
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— Parlamento Europeo (@PE_Espana) 13 de septiembre de 2018

En particular, el artículo 13 indica que las plataformas y servicios con fines comerciales, como YouTube, Facebook e Instagram, deberán ser responsables del contenido que publiquen los usuarios: desde este momento, deberán aplicar controles proactivos, cuando lo que sucede en la actualidad es que se penaliza al usuario y al contenido en infracción solo cuando es reportado.

En el texto aprobado por la Eurocámara también se reafirma la exclusión para los contenidos que se comparten en redes sociales como "memes". Asimismo, se establece la necesidad de que las plataformas abonen una tasa para garantizar que se dé un pago justo a los creadores de contenido, algo parecido a la Tasa Google.

A favor y en contra

La medida, como todo el tema de derechos de autor en internet, está produciendo una importante polémica: las empresas de medios y las casas editoriales dicen que los cambios harán que finalmente haya una legislación para que se les pague por la usufructo de sus obras. Los opositores dicen la norma es casi imposible de implementar, y que puede representar una seria afrenta a la libertad de expresión y al acceso en línea de la información, además de provocar un control más centralizado de la Red.

La normativa fue aprobada por 438 sufragios a favor, 226 en contra y 39 abstenciones. Ahora volverá a debatirse en comisión parlamentaria para iniciar una negociación interinstitucional con el Consejo de la UE y la Comisión Europea.