Recientemente tuve la oportunidad de participar del SXWX (South by Southwest), el evento que congrega diversas conferencias sobre cine, medios interactivos y música y que tiene lugar cada primavera en Austin, Texas, Estados Unidos.

Una de las conferencias que me resultó más atractiva y trascendente para la realidad de las empresas tecnológicas de América Latina fue una titulada: "Watch Out Silicon Valley: Rising LATAM Tech Scene". Allí, un panel de profesionales que fundaron startups de USA y Latam y de fondos de inversión, visibilizaron un fenómeno que hoy es una realidad: en los últimos cinco años las figuras y entidades inversoras estadounidenses han comenzado a poner su atención (y su financiamiento) en startups latinoamericanas.



Este fenómeno es sumamente esperado luego de haber sido una región, de alguna manera, “olvidada” por años, a pesar de estar altamente conectada con el mundo. Si bien ideas y talento, como es bien sabido, han estado presentes en América Latina, lo que ha faltado históricamente es dinero, financiamiento.

Algo está cambiando: hay más de 800 fondos de inversión de Silicon Valley involucrados en proyectos IT latinoamericanos. Esto lleva a que haya una mayor cantidad de casos de éxito (como Mercado Libre o Despegar) que estimula, a su vez, a que más agentes de inversión quieran reunirse con empresas de la región.

Este escenario plantea definitivamente nuevos desafíos: los emprendimientos latinoamericanos están siendo medidos con los mismos estándares que el resto de las organizaciones del mundo. Por otro lado, cobra mayor relevancia la importancia de estructurar equipos exitosos que incluyan la diversidad de nacionalidades latinas, para localizar el contenido y aumentar el talento. Estas empresas deben superar también el desafío de ser relativamente nuevas en el mercado de Silicon Valley, careciendo entonces de especialistas de alto nivel para coordinar el crecimiento y pensar a gran escala en este escenario.

Los consejos que se expusieron para comenzar este camino y obtener inversores fueron muchos. Destaco los siguientes:

• Tener pasión por tu proyecto y poner atención a los detalles.
• Tomar como antecedentes los emprendimientos asiáticos que desarrollaron modelos de negocios locales, no buscando imitar modelos de USA.
• Convertir la mentalidad centrada en el consumo en una mentalidad centrada en la creatividad.

Quienes emprenden desde América Latina deberán aprender a lidiar con el rechazo inicial de los fondos inversores. La confianza es una herramienta clave para demostrar el potencial de la región, nunca olvidando que también es importante permanecer permeables a las críticas, para aprender y construir a partir de ellas. ¡Preparate Silicon Valley que acá estamos!

(*) Mariana Zalazar: MKT & Communications Coordinator de intive-FDV