La industria Tecnológica Argentina

Escribe Ezequiel Tosco, Secretario General de la Asociación Gremial Computación

La industria informática es uno de los sectores productivos del país que más ha crecido, circunstancia que se advierte claramente cuando se analizan los datos de los últimos quince años, donde se ha producido un importante incremento, tanto en los niveles de las exportaciones como en el número de empresas y de puestos de trabajo creados.

Es necesario señalar que, en varios aspectos importantes, la actividad se encuentra sensiblemente atrasada. En efecto, desde el punto de vista de las relaciones laborales que vinculan a empresarios y trabajadores y del acceso de estos a las prestaciones que brinda el Régimen de la Seguridad Social, podemos decir que falta un largo camino por recorrer a fin de lograr una cobertura similar a la que cuentan, en nuestro país, los otros sectores de trabajadores organizados.

Con relación a lo dicho, debemos remarcar básicamente la ausencia de un Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) que regule las condiciones laborales de los trabajadores del sector, teniendo en cuenta que, su sentida ausencia, propicia un clima de desregulación, individualización y segmentación de las condiciones laborales de los trabajadores informáticos (TI), precarizándolas.

Es preciso recordar que, habiendo la Cámara de Apelaciones del Fuero del Trabajo dictado fallo definitivo, por el que dispone que AGC es el gremio que representa a los trabajadores Informáticos, debemos asumir nuestra obligación de requerir el cumplimiento de un precepto Constitucional que, con meridiana claridad, establece el artículo 14 bis 2° párrafo de nuestra Carta Magna, el que dice: “Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo …”
Señalamos esta carencia con el mayor énfasis, sencillamente porque entendemos que el CCT que aspiramos a formalizar debe ser la piedra angular de un razonable acuerdo que siente las bases de una industria que encuentre en el entendimiento entre el capital y el trabajo, su principal y más fecundo propulsor.

Pretendemos un acuerdo válido para consolidar la producción nacional y que, al mismo tiempo, se convierta en una herramienta útil para afianzar la investigación que permita el diseño y elaboración de nuestra propia tecnología. Para ello, contamos con el componente esencial: Nuestros TRABAJADORES y su reconocido talento.

Frente a la situación descripta, es preciso producir un cambio virtuoso. Para ello la Asociación Gremial de Computación ha decidido tomar el camino más fértil, que es a la vez, el más corto. Hablamos, obviamente de buscar el entendimiento a través del diálogo que debe ser franco y productivo.

Hoy nadie puede discutir que los niveles de rendimiento en cualquier actividad están ciertamente relacionados con las condiciones de trabajo. Cuando estas son adecuadas y estables el resultado que se obtiene es muy superior que el que se alcanza cuando dichas condiciones son injustas, desiguales y/o discrecionales.

No vemos razón valedera que nos lleve a un enfrentamiento con los empleadores. Los ejemplos que existen en el mundo con respecto a los espectaculares resultados que lograron trabajadores y empresarios en materia de productividad cuando acordaron y respetaron las reglas de producción y trabajo pautadas, son indicativas que esta es la forma indiscutible para que todos se beneficien.

Alguien puede preguntarse quienes serán esos beneficiarios. Nuestra respuesta es sencilla. En primer lugar, la propia sociedad y cada una de las mujeres y hombres que la integran, pues podrán tener a su alcance una tecnología innovadora que permita, como hemos dicho, el crecimiento acelerado de la actividad productiva en general y como consecuencia, el aumento de los puestos de trabajo y el indiscutible mejoramiento de los medios producción y comunicación.

Dentro de este esquema global, el propio sector se verá altamente potenciado y tendrá, además, la satisfacción de ser un verdadero motor de la modernización que puede y debe proyectar a nuestro país a un mayor protagonismo, y principalmente a los trabajadores de nuestra industria que tendremos las herramientas que nos permitan tener la certeza de una vida digna para nuestro futuro.

En este tiempo cercano al 1° de Mayo, Día del Trabajador, es bueno recordar que fue durante muchos años una jornada de reclamos y enfrentamientos violentos, sin embargo, la doctrina de entendimiento entre el Capital y el Trabajo, llevada a cabo por el justicialismo, lo convirtió en un día festivo y de celebración.

(*) Ezequiel Tosco: Secretario General de la Asociación Gremial Computación