Antes de la revolución de internet aunque se tuviera una buena idea, todo era mucho más complicado a la hora de iniciar un negocio independiente, y más difícil aún para que este tuviese la chance de que sea conocido y tenga éxito. Por supuesto, no hay que olvidar, que también requería de una fuerte suma de dinero inicial.

Hoy en dia es muy frecuente escuchar o leer historias de emprendedores exitosos que comenzaron sus negocios con sumas mínimas como por ejemplo 40 USD. Muchos pensaran que esto no es posible por la delicada situación que vive el país, pero lo cierto es que la revolución tecnológica ha permitido que muchos emprendedores puedan hacer crecer sus negocios contando solo con una computadora o un smartphone y el acceso a internet.

¿Pero cómo lo hacen?

Como punto de partida es necesaria tener en claro la idea de la persona que desea iniciar un negocio, para luego comenzar con la tarea de hacerlo realidad. Primero se deben conseguir los proveedores de insumos o productos necesarios, sacar el costo de manufactura si lo hay, calcular los tiempos necesarios de producción. Mucho de esto es posible haciendo todas las consultas desde Google o las diferentes redes sociales.

En la segunda etapa, una vez que ya se tiene el producto o servicio terminado para vender, es el punto donde más impacta la revolución de internet. Esto es porque cambiaron totalmente las reglas del juego, y los costos de inicio para dar comienzo a un negocio bajaron de manera muy significativa.

Actualmente existen diferentes propuestas de plataformas en las que se pueden armar una tienda online, las mismas pueden integrarse tanto a páginas web como a las redes sociales del emprendimiento. Muchas de ellas también ofrecen soluciones de envíos y medios de pago que le permiten integrar tres pasos en uno, beneficiando al emprendedor con una reducción de tiempo y costos.

Sin embargo, no es posible armar una tienda online de un día para otro, ya que es necesario tener en cuenta múltiples cosas como por ejemplo la elección de los colores y las tipografías acordes al estilo elegido para el emprendimiento, entre otras cosas.

Por otra parte y de manera complementaria debe realizarse una descripción de las características propias del producto a vender. Además, por cada producto tendrá que cargar más de una foto que pueda mostrarle al cliente cada ángulo de lo que se está ofreciendo y por supuesto pensar en detalle qué promoción les daremos.

Todo este procedimiento lleva mucho tiempo y dedicación por parte del que lo lleva a cabo, es por eso que en algunos casos se requiere de más paciencia y mucha determinación. Una estrategia para no abrumarse y que aconsejan muchos de los que ya han realizado esta tarea, es que en lo posible se elijan unos pocos productos para empezar y luego vayan subiendo de a poco el resto.

Lo cierto es que, como todo, para sacar adelante un negocio hay que dedicarle muchas horas de esfuerzo, pero desde ya que hoy en día se cuenta con muchas más facilidades que en el pasado para poder hacerlo. Lo primordial es ser constante y no perder las ganas de llegar al objetivo.