Cuál es el mejor SSD para un Centro de Datos

Escribe José Luis Fernández, Gerente de Tecnología para Latam en Kingston Technology

La elección de las unidades de estado sólido (SSD) es crucial para el rendimiento y la eficiencia de un centro de datos. Los SSD ofrecen una mejora significativa en velocidad y confiabilidad en comparación con los discos duros tradicionales, pero elegir el producto adecuado puede marcar la diferencia en términos de rendimiento, costos y vida útil del servidor.

Aspectos como la capacidad, la velocidad de lectura/escritura, la resistencia y la compatibilidad con la infraestructura existente deben considerarse cuidadosamente al seleccionar las SSD para un centro de datos.

En ese sentido es esencial evaluar las necesidades específicas y buscar productos que ofrezcan el equilibrio adecuado entre rendimiento, durabilidad y costo para maximizar el valor y la eficiencia del centro de datos.

En la actualidad, la oferta en el mercado es muy amplia; por ello, antes de reemplazar los discos duros con SSDs o ampliar el almacenamiento existente, los responsables de TI se deben asegurar de que tienen la opción ideal.

Capacidad ideal. Equilibrar la libertad que proporciona la capacidad adicional con el costo del almacenamiento ampliado es un paso clave a la hora de elegir un SSD. Kingston ofrece hasta 8 TB y dado el atractivo de la propuesta de precio y calidad que ofrecemos las capacidades más requeridas son de 2 TB hacia arriba: 2, 4 y 8 TB.

¿Cuál es el nivel de rendimiento que realmente se necesita? La creciente popularidad de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las cosas (IoT) impone mayores demandas al almacenamiento de datos. Específicamente, el almacenamiento de alto rendimiento y baja latencia, para soportar y permitir cargas de trabajo complicadas de gran capacidad, requiere unidades SSDs equipadas para estas tareas.

En términos de reemplazo del disco mecánico como tecnología antigua el SSD puede ofrecer en promedio alrededor de 10 veces más performance cuando reemplazas un arreglo (RAID) de discos mecánicos por un arreglo de SSD.

¿Qué es compatible con sus sistemas? La compatibilidad es otro factor importante, en particular al decidir entre los factores de forma de SSDs comunes para centros de datos y empresas: M.2 NVMe y de 2,5 pulgadas. En ese sentido, a nivel de compatibilidad en el mundo de servidores la enorme mayoría tienen un backplane que soporta tanto discos SAS como SATA indistintamente y es por eso, que los SSD Kingston son compatibles con cualquier marca y modelo de servidor.

¿Cuánto durarán las unidades? En cuanto a la durabilidad, los SSD de clase enterprise están sujetos a un uso mucho más intensivo con un nivel de desgaste más grande y es por eso que están fabricados para tolerar esa carga de trabajo, la durabilidad es muchísimo mayor que en la de un disco SSD convencionales, por eso que nunca recomendamos usar unidades de escritorio para uso corporativo, por eso es imperativo elegir unidades que estén diseñadas para data centers, por algo la línea de productos se llama DC, por DataCenter.

¿Qué nivel de confiabilidad se necesita? Las cargas de trabajo de servidor no sólo requieren de una alta performance sino también de una altísima confiabilidad. Es por eso que las unidades de clase enterprise no sólo cuentan con controladores más avanzados capaces de calcular en tiempo real algoritmos de corrección y control de errores (ECC) sino que también cuentan con características PLP (power loss prevention). Esto se lleva a cabo a través de un banco de capacitores que almacena la energía suficiente para que en caso de un corte la unidad se mantenga encendida hasta que todos los datos estén guardados de forma segura. Esto le da un nivel de tolerancia a fallos muy alto brindándole a máxima protección a los datos.

¿Quién proporciona el mejor soporte? Seleccionar un SSD de una marca de renombre que brinde opciones confiables de soporte y garantía. Esto puede proporcionar tranquilidad y garantizar acceso a recursos de solución de problemas y soporte en el futuro. Si bien las garantías de un año son muy comunes, los proveedores con garantías a largo plazo o de por vida pueden ofrecer ahorros de costos significativos y reducir los dolores de cabeza futuros a largo plazo. Si una unidad falla, una garantía de por vida puede ser la diferencia entre un reemplazo de la unidad y la necesidad de comprar hardware nuevo. El servicio de atención al cliente informado y fácilmente disponible también puede distinguir unidades aparentemente?similares, ya que los compradores podrán solucionar y remediar cualquier problema de manera oportuna gracias a la experiencia disponible.

Al evaluar las opciones disponibles en el mercado según estos criterios mencionados, se puede tomar una decisión sustentada en datos e información que garantice que el centro de datos cuente con el SSD adecuado para sus necesidades específicas.

(*) José Luis Fernández: Gerente de Tecnología de Kingston para SSA