¿Qué tan confiable es la Inteligencia Artificial?

Escribe Sergio Richter, Solution Architect de Applied AI de Baufest

La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad palpable que influye en todos los aspectos de nuestras vidas. En el ámbito empresarial, se ha transformado en una herramienta crucial para reducir el esfuerzo, tiempo y recursos necesarios en la realización de procesos, disminuir los errores, aumentar la consistencia, o generar nuevos tipos de contenidos en diversas modalidades (textual, auditiva, visual, etc.). Desde la logística hasta la atención al cliente, la IA está redefiniendo la forma en que operan las empresas.

No obstante, el vertiginoso avance de la IA también suscita preocupaciones. Uno de los desafíos más críticos es garantizar la transparencia de los algoritmos. ¿Cómo podemos confiar en las decisiones de una máquina si no comprendemos los criterios que las sustentan? Además, existe la inquietud de que la IA pueda ser utilizada para manipular la opinión pública, perpetuar sesgos y vulnerar la privacidad de las personas.

En este contexto, Argentina se encuentra en una encrucijada. El país cuenta con un talento humano altamente capacitado en tecnología y tiene un gran potencial para convertirse en un referente en Inteligencia Artificial, dado que el 93,4% de sus habitantes tiene acceso a Internet, según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Además, el país alcanzó primer puesto mundial en Tecnología en la primera edición del Coursera Global Skills Index en el 2019. En este contexto, ‘Tecnología’ se refiere específicamente a la Ingeniería de Software, incluyendo el desarrollo de software, algoritmos, redes informáticas, blockchain, bases de datos, seguridad Informática, criptografía, etc.

El plan del gobierno de posicionar a Argentina como el cuarto polo mundial en este campo es ambicioso y podría catalizar un desarrollo tecnológico sin precedentes.

Las reuniones del presidente, Javier Milei, con líderes del sector como Sam Altman, Mark Zuckerberg, Sundar Pichai, Elon Musk y Satya Nadella son indicadores de esta intención. Sin embargo, es esencial que este plan vaya acompañado de una regulación adecuada que garantice un uso ético y responsable de la tecnología, como la planteada en la Cámara de Diputados, junto con un plan de promoción de la inversión acorde como el RIGI. El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) busca brindar incentivos, certidumbre, seguridad jurídica y un sistema de protección de derechos adquiridos a los titulares de un único proyecto de inversión, el cual deberá ser superior a los USD 200 millones.

Más allá de los proyectos, la ética debe ser el pilar fundamental del desarrollo de la IA. Es crucial establecer principios claros que guíen la creación y el uso de estas tecnologías. Entre ellos, destacan la transparencia, la responsabilidad, la imparcialidad y la protección de la privacidad.

La gobernanza de la IA es un desafío complejo que requiere la colaboración de gobiernos, empresas, organizaciones internacionales y la sociedad civil. Es necesario equilibrar los marcos regulatorios para que promuevan la innovación, pero al mismo tiempo protejan los derechos de las personas. Además, es fundamental crear mecanismos de transparencia y rendición de cuentas para garantizar que el desarrollo y la aplicación de la IA sea beneficioso para todos.

La irrupción de la Inteligencia Artificial en el mercado laboral es un tema candente. Por un lado, permite automatizar tareas repetitivas, liberando a los trabajadores para labores más creativas y estratégicas, mientras que, por otro plantea el riesgo de desempleo en ciertos sectores. Según un informe del Foro Económico Mundial (FEM), en los próximos cinco años habrá una reducción en roles como asistentes contables, secretarios administrativos y trabajadores de ensamble y fábricas, lo cual hace crucial fomentar la capacitación continua para que la fuerza laboral adquiera las habilidades necesarias para adaptarse a esta nueva realidad. El mismo FMI alerta en su reporte, que la IA afectará al 40 % de los empleos del mundo, incluyendo los más cualificados. Esto último puede ser sorprendente, dado que son los perfiles que se pensaba que nunca sufrirían las consecuencias de la robótica, la automatización y la IA. Por lo tanto, la educación deberá reaccionar rápidamente y enfocarse en la resolución de problemas complejos, el pensamiento crítico y la creatividad, competencias que complementan y potencian este nuevo instrumento.

Este 2024, Baufest continúa siendo el aliado tecnológico de las empresas, creando productos digitales que resuelven desafíos complejos del negocio de nuestros clientes y aseguran altos niveles de adopción, calidad y seguridad, apalancados en soluciones de IA que maximicen el potencial de las personas.

La IA es una herramienta poderosa que puede ser utilizada tanto para el bien como para el mal. Es fundamental que, como sociedad, reflexionemos sobre los desafíos que plantea esta tecnología y trabajemos juntos para garantizar que su desarrollo sea beneficioso para todos. Argentina tiene una oportunidad única de liderar este debate a nivel global y convertirse en un referente en el desarrollo y adaptación de un modelo de Inteligencia Artificial ética y confiable.

(*) Sergio Richter: Applied AI Head Architect de Baufest