La brecha de género persiste en las carreras tecnológicas

Así lo asegura una nueva investigación de Chicas en Tecnología en América Latina

Chicas en Tecnología (CET), con el respaldo de NCR Foundation, presentó ayer un revelador informe titulado "La brecha que persiste: cuántas mujeres faltan para alcanzar la paridad de género en carreras de tecnología en América Latina". Este estudio, que abarca datos de seis países entre 2018 y 2022, analiza la participación de las mujeres en carreras universitarias tecnológicas y pone en evidencia un desafío estructural en la región.

Sheila Amado, Violeta Guitart, Megan  Ballesty y Paula Coto
Sheila Amado, Investigadora del Instituto de Investigaciones Gino Germani (UBA); Violeta Guitart, Investigadora en Chicas en Tecnología; Megan Ballesty, Co-Lider de Sur Futuro; Paula Coto, Directora Ejecutiva de Chicas en Tecnología

Paradoja universitaria


Aunque las mujeres constituyen entre el 51% y el 64% del alumnado universitario en los países estudiados, su representación en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es minoritaria. En Uruguay, el país con mayor participación femenina, alcanza el 42,6%, mientras que en Perú y Chile apenas supera el 28%. La disparidad se agrava en las carreras específicas de programación, donde las mujeres no superan el 23% de los estudiantes en ningún país analizado.

El informe destaca que las mujeres tienen una mayor presencia en campos como ciencias naturales, matemáticas y estadística, llegando incluso a superar el 50% en varios casos. Sin embargo, en disciplinas de ingeniería, TICs y construcción, su representación cae drásticamente.

En Argentina, las mujeres representan el 61,3% del total del alumnado universitario, un porcentaje que evidencia su predominio en la educación superior. Sin embargo, este liderazgo no se refleja en las carreras tecnológicas. En las disciplinas STEM, la participación femenina alcanza el 37,3%, mientras que en áreas intensivas en programación apenas llega al 20,3%, y en carreras relacionadas con el desarrollo tecnológico se sitúa en un 22,8%. Estos datos posicionan al país en línea con la media regional, pero destacan la persistente desigualdad en sectores clave para la economía digital.

La investigación desarrollada por CET utilizó una metodología censal propia que permitió clasificar las disciplinas tecnológicas en tres categorías: carreras STEM, intensivas en programación y de desarrollo tecnológico. Este enfoque busca captar matices dentro del sector y comprender dónde se profundiza la brecha de género.

"La brecha de género en estas disciplinas no es exclusiva de un solo país; es un desafío estructural que enfrentamos a nivel regional", señaló Milagros Giménez, líder de investigación de CET.

Uno de los aportes clave del informe es que pone a disposición del público bases de datos abiertas, lo que facilita el análisis continuo y la elaboración de estrategias para cerrar la brecha de género. CET invita a investigadores y tomadores de decisiones a utilizar esta información para generar un cambio estructural en la región.

Este informe no solo evidencia la urgencia de promover políticas inclusivas en el ámbito educativo y laboral, sino que también plantea la necesidad de transformar las estructuras sociales y culturales que perpetúan estas desigualdades.

Para más detalles, puedes acceder al informe completo en chicasentecnologia.org/labrechaquepersiste.