¿Las computadoras y el software tienden a la inutilidad?

"Nos comimos el verso de que la tecnología es una herramienta que nos va a ayudar a ser lo que de otra forma no podríamos. Eso no es así: si sos un inútil, lo vas a seguir siendo a pesar de que te compres la mejor PC", disparó Ivan Ivanoff, un autodefinido artista electrónico 100 por ciento criollo que se da el lujo de atacar su principal fuente de trabajo: el mundo de la informática.

En esta nota, Canal AR se tomó la licencia de no hablar ni de grandes noticias ni de los principales actores del gremio informático y le propone un artículo con un artista que usa como materia prima para sus creaciones los distintos lenguajes de programación y que, paradójicamente, plantea que la computación no sirve para nada.

"La computadora debería servir para que uno no haga cosas, debería trabajar por nosotros y no cada vez pedirnos más", postula Ivanoff inaugurando un completo y subjetivo pensamiento filosófico que compartió con este medio. Una doctrina que postula la inutilidad del software y de cualquier tecnología que no tenga como premisa el show o la diversión, como lo tienen la TV y la literatura.

Si uno ve un programa de televisión o lee un libro, no piensa si está trabajando en algo productivo o no. "¿Por qué con la PC no sucede lo mismo?", se pregunta, para luego volver a cuestionarse qué es lo que le hace al humano creer que la computadora es una herramienta de trabajo. "La PC es un electrodoméstico que no tiene más funciones que un microondas, no se de dónde sacaron la idea de que sirve para algo", polemiza.

En este sentido, Ivanoff promueve que el software debe evolucionar hacia la inutilidad, lo que hay que hacer es llevar "Videomatch a la computación", ya que si en la televisión sólo hubiera noticieros, no sólo que sería muy aburrida, sino que nadie la vería, entonces lo que se tiene que dar es que la PC se convierta en una televisión, es decir, en un electrodoméstico que sólo entretenga y divierta.

Hay que alejar a la tecnología de una búsqueda de productividad que es incesaría, la PC debe dejar de pretender que el usuario le encuentre una utilidad. Sin embargo, para Ivanoff, ciertos dispositivos novedosos sí evolucionan hacia la productividad: "Las Pocket PC y las Tablet PCs sí sirven para algo, pero la PC debería tender a no servir para nada, ayudémosla", pide en un tono que articula enojo y broma para luego concluir: "Microsoft acaba de sacar una nueva consola. Ni ellos creen más en el Word... ¡Despertemos por favor!", reclama Ivanoff.

La PC le pide al usuario que se convierta en diseñador, programador, cineasta o discjockey a través del sin fin de aplicaciones que incluye, pero nos quita la especificidad que es lo único que importa para el conocimiento. "Para mi eso es un problema cultural. Si alguien quiere ser escritor, debe perseguir ser el mejor de todos, y para eso necesita focalizarse y no vivir intentando ser un videojockey, un editor o un programador sólo porque la PC lo facilita".

Cultura vs. Conocimiento

Ivanoff no sólo tiene un visión particular del mundo de la informática, sino que cree que está íntimamente relacionado con la forma en que los seres humanos aprehenden la realidad. Distingue entre cultura y conocimiento y reivindica el uso del segundo. Para él, la diferencia radica en que el concepto moderno de cultura tiene que ver con "abarcar mucho y apretar poco", en cambio, el conocimiento está del lado de la especificidad, del mejoramiento total dentro de una sola disciplina. "Se diferencia en que el mundo de la informática (cultura moderna) nos opaca el entendimiento haciéndonos pretender que abarcamos todo; es la búsqueda irreal de la utilidad total".

"Yo quiero estar vivo cuando uso mi PC", reclama Ivanoff refiriéndose a la irrealidad que crea el mundo de la informática en el que, según cree, se tiende a la igualdad. "En un chat, somos todos iguales y tenemos las mismas posibilidades, cuando la realidad no es así. A mi no me gusta la igualdad porque es el triunfo de los débiles, arruina el esfuerzo". Por eso, entre sus proyectos se encuentra la creación de un chat "paralítico", algo así como un sistema donde se vean las deficiencias de los usuarios. Entonces, si uno tiene alguna discapacidad, se ve reflejada en lo que uno dice. De esta forma, un paralítico virtual, nunca podría navegar una página para skaters, por ejemplo.

- ¿Pero no sería mejor que todos seamos iguales?

- De ninguna manera. La idea es que todos tengamos los mismos derechos, no que seamos iguales; así no es el mundo. El chino, el negro o el paralítico nunca van a ser iguales. Yo quiero que en la Internet tampoco lo sean y que se sientan vivos en la web, quiero carne en Internet. Hay mucha hipocresía en la gente y reconozco que con lo que digo soy un poco cínico...