Berlín, paredón y después…
Por Sebastián Premici - Lucas Morando 11 de Noviembre de 2004Entre el 9 y 12 de noviembre de 1989, cuatro millones de alemanes pudieron comunicarse con Alemania occidental, al cruzar los límites de su frontera interna. El mundo protagonizaba la caída del Muro de Berlín, estandarte de la división bipolar de la tierra, luego de la segunda guerra mundial. Cambios políticos, económicos, culturales y tecnológicos comenzaron a precipitarse sobre los espectadores de los acontecimientos del mundo que percibieron cómo en el término de dos años concluiría una visión de la historia. El uso del fax, la televisión satelital, las comunicaciones telefónicas y el comienzo de Internet, fueron algunas de las herramientas que influyeron en la comunicación de las dos Alemanias y en su posterior unificación hacia 1991. Canal AR dialogó con Pete Koehler, jefe de prensa de la Embajada alemana en Argentina; Oscar Raúl Cardoso, periodista especialista en internacionales de Clarín; Ariel Torres (Eduardo Dahl), editor del suplemento Mi PC del diario la Nación y con el filósofo Nicolás Casullo, sobre los principales cambios tecnológicos y comunicacionales a quince años de la caída del muro
Pete Koehler, jefe de prensa de la Embajada alemana en Argentina, nació y vivió durante muchos años en el Este de Alemania. En diálogo con Canal AR, comentó sus vivencias: "Todo el sistema de comunicación era muy diferente entre las dos Alemanias. A su vez, en Occidente los sistemas de comunicación no eran muy avanzados. Pocas personas tenían una línea de teléfono fija y los teléfonos móviles no existían. No estaban conectados entre ellos, situación que comenzó a transformarse una vez sucedida la caída del muro y con el avance del tiempo, que introdujo a la vida de las personas Internet, la comunicación digital y otros sistemas desarrollados luego del 9 de noviembre de 1989". Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano (PNUD), Alemania tenía en 1990 cuatro celulares cada 1000 habitantes; 1.4 usuarios con acceso a Internet (cada 1000 habitantes) y 441 líneas de teléfonos fijas (cada 1000 habitantes). Ya para el 2002, esos valores estarían promediando con el resto de los países europeos.
Este contexto histórico que se dio en Alemania, coincidió con el triunfo del capitalismo a nivel global y con las políticas de apertura económica (neoliberalismo) a gran escala. Para el especialista en política internacional, Oscar Raúl Cardoso, el auge del fax y la TV satelital produjeron un impacto tecnológico sobre el proceso de caída del muro. "Esto actuó también -en ese mismo año- en la protesta popular en China contra el régimen y se convirtió en una verdadera herramienta de comunicación. Sirvió para esparcir consignas y planes para los grupos que estaban en la manifestación", afirmó Cardoso. Otro factor fundamental fue la Televisión Satelital. Es decir, Occidente (Alemania y Europa Occidental) se habían vuelto transparentes para los demás sectores de la población. Esto último también alcanzó al bloque comunista; por más que Alemania Oriental intentó un control férreo sobre los sistemas de comunicación del Oeste, fracasó. Así lo cree el analista internacional del diario Clarín y el propio Koehler, quien gracias a sus recuerdos de infancia afirma que en el Este podían ver la televisión del Oeste, a pesar de las restricciones. "En los ´80, la posibilidad de que una Alemania pudiera proyectar sobre la otra las imágenes satelitales de su población fue determinante. Pero estas nuevas tecnologías como el FAX, no sólo tuvieron que ver con la caída del muro, sino con la implosión de la vieja Alemania Oriental", aseveró Cardoso.
Sin embargo, para el Licenciado en Letras y editor del Suplemento Mi PC del diario de La Nación, Ariel Torres, la caída del Muro no tuvo que ver directamente con ningún cambio tecnológico. Lo que ocurrió es que fue simultáneo con la aparición de Internet comercial. "Ésto es muy interior a todo lo que aconteció en esos años, pero justo con la caída del muro se volvió algo que todos podían usar. Esta popularización de las computadoras e Internet hicieron nacer la sociedad de la información. Después de 1989 el mundo cambió. Se dieron importantes cambios políticos que ayudaron a las personas a acceder a las tecnologías y a la libre circulación de información", indicó Torres.
El muro de las privatizaciones 1989 terminó para los argentinos con una crisis hiper inflacionaria inédita, un gobierno radical que debió entregar el poder antes de lo previsto y un nuevo Presidente que asumía prometiendo una revolución productiva. Fue el inicio de otra década dulce, del deme dos, convertibilidad de por medio. Fue la década menemista, la década de las privatizaciones de todos los servicios y bienes productivos del Estado. Una de las privatizaciones principales fue la de ENTEL, la empresa telefónica del Estado, y la consecuente repartija de todos los usuarios (y potenciales usuarios) entre dos compañías. Dentro de este cambio, puede entenderse por qué entre 1990 y 2002, aumentaron las líneas telefónicas fijas de la manera que ocurrió (ver la infografía). Fue gracias a las inversiones realizadas en esos primeros años que el país comenzó a tecnificarse, aunque luego entendió que la tecnificación de la mano de las privatizaciones no era una gran fórmula. |
"En absoluto. Hoy el país más poblado, que es China, sigue estando fuera del único polo existente, es decir, Estados Unidos. La política tiene un problema con la tecnología de la información y es que no encuentra forma de bloquearla. Entonces los cambios en la política no provocan un cambio considerable en las tecnologías de la información. El poder tuvo y tiene que adaptarse a la tecnología. Lo que lograron Internet y las computadoras fue abaratar mucho los costos del intercambio de la información. Ésto es básico para que la política funcione bien: hace 2500 años la democracia griega andaba bárbaro, porque los 10 mil tipos que formaban la sociedad que votaba se reunían seguido y se conocían entre ellos. Eso se terminó con el correr del tiempo, hoy ya nadie conoce a nadie. Estamos en presencia de un problema de información. Pero con el acceso global a la información ya no es tan fácil convencer a un conjunto grande de personas que crean en algo. Por ejemplo, durante la Guerra del Golfo -recién empezaba a usarse el IRC-, la gente empezó a creer mucho más en lo que se contaban entre sí chateando, que lo que decían las cadenas televisivas", respondió Torres.
La caída del Muro de Berlín fue un hecho simbólico que representa el derrumbe de los socialismo reales (o socialismos con porte stalinista); fue en definitiva, la caída del régimen soviético (de partido único) producto de la revolución de 1917. "La caída del Muro de Berlín significa el fin de un largo período histórico, un mundo bipolar, donde dos poderes hegemónicos confrontaban en distintos espacios del mundo luego de la segunda posguerra. La caída del muro puso fin a una manera de entender el mundo, de comprenderlo, pensado por la amenaza imperialista. Hoy lo que prima es una lógica mass mediática de la sociedad, que no es lo mismo que decir que los medios son muy importantes", concluyó el filósofo Nicolás Casullo.
"Alemania Oriental y Polonia iniciaron un ciclo de colapso del socialismo que finalmente alcanzó a la propia Unión Soviética. Existen muchas promesas luego de la Caída del Muro que no se concretaron, a pesar del enorme salto tecnológico que se produjo en los últimos 15 años. Cuestiones relacionadas con el empleo, el ingreso y el acceso a la salud en la vieja Alemania Oriental están a un abismo de distancia de la situación en la que están los alemanes del sector occidental, aunque hoy sea un único Estado. Hay mucha decepción con ese proceso de “liberación” que no ha logrado otorgar una vida mejor para la población". Estas son algunas de las ideas que esbozó Oscar Raúl Cardoso en diálogo con Canal AR. Una de las sensaciones que dominó al mundo luego del 9 de noviembre de 1989 fue la de libertad. Todo el Siglo estuvo marcado por este concepto. Sin embargo, este Siglo XXI cambió la libertad por el miedo, por las sociedades de control. "El miedo siempre existe. El miedo social es casi una definición de la constitución del poder. El miedo es lo que nos lleva a la obediencia. El mundo está mucho más irracional, injusto y violento que hace treinta años. Esto genera implosiones, como en América Latina, de enormes grados de marginalidad, delito, pobreza, que generan miedos para aquellos sectores que se ven amenazados en su vida cotidiana", reflexionó Nicolás Casullo. Tras 15 años de aquella fecha, la reconstrucción del mundo sigue pendiente.