Sony y Samsung: de enemigos a amigos

En el mundo de las corporaciones, las alianzas constituyen un enredo bastante grande. Pero también una reconversión. Empresas que eran archirivales, hoy establecen acuerdos de colaboración recíproca y hacen más difícil entender las nuevas reglas de juego en el mundo de las TICs. Así como en la década de 1960 y 1970 la tecnología japonesa de consumo tuvo un crecimiento notable, hoy podría vislumbrarse una compleja forma de competir que transforma las clásicas figuras de protagonista y antagonista. Quienes eran enemigos, hoy no lo son tanto. Según The Wall Street Journal, Sony y Samsung se necesitan mutuamente

En un artículo de The Wall Street Journal, que publicó en Argentina el diario La Nación, se destacan las nuevas relaciones que se tejen entre empresas tecnológicas como Sony y Samsung. El artículo deja entrever un nuevo panorama de acuerdos donde –quienes eran enemigos- se enfrascan en una relación que modificó con el tiempo la típica figura del protagonista y el antagonista.

Una de las grandes disputas dentro del mundo electrónico estaba constituida por Sony y Samsung, de Japón y Corea del Sur respectivamente. Ambas eran enemigas. Sin embargo, el crecimiento de esta última compañía, y de otras de países con gran crecimiento, modificó paulatinamente el mapa tecnológico de la producción mundial. Si antes Japón y Estados Unidos eran el paradigma de la alta tecnología, países como Corea del Sur, China, y la India están dando que hablar.

Según el diario norteamericano, Sony y Samsung se necesitan mutuamente. Es que la compañía japonesa mostró -desde 2003- un pronunciado interés en la tecnología que Samsung desarrolló, y ésta última en la forma que Sony convierte dicha tecnología en productos exitosos.

Una prueba de ello es la relación que mantienen ingenieros de ambas empresas, como Hiroshi Murayama, de Sony, y Jang Insik, de Samsung. Ambos creen que la colaboración mutua es el camino que constituirá el éxito empresarial, mientras que otros piensan lo contrario. Sin embargo, Sony siguió adelante y en 2003 ofreció 2.000 millones de dólares para colaborar con una fábrica que Samsung construía para producir pantallas de cristal líquido, a cambio ésta dejó que su contraparte japonesa utilizara desarrollos que ni siquiera había usado en sus productos. Resultado: las TVs de Sony que usaban tecnologías de Samsung le ganaron a los equipos producidos por Samsung.

Sin embargo, hay un beneficio mutuo entre ambas empresas porque Sony está brindándole apoyo a Samsung para que pueda mejorar las pantallas de LCD que utiliza en monitores para PCs y teléfonos celulares. La idea de Jang es que la compañía japonesa aporte los conocimientos que tiene para que Samsung pueda aprovechar mejor su tecnología. "Si aprendemos de Sony, nos ayudará a avanzar en nuestra propia tecnología", afirmó Insik, el ejecutivo de Samsung.

Evidentemente, hay un nuevo cambio en el panorama de las empresas de tecnología. Así como en la década de 1960 y 1970 la electrónica de consumo comenzó a asociarse con Japón, y menos con Estados Unidos, hoy día pareciera que los polos tecnológicos se trasladan hacia puntos geográficos como Corea del Sur, la India, y China, principales exponentes del mundo donde la tecnología se convirtió en el principal impulsor de la economía de cada país.

Empresas como Lenovo y Samsung, entre otras, asoman para convertirse en referentes de la informática, mientras que nombres clásicos como IBM trasladan su foco de atención a la producción de servicios y soluciones relacionadas con los problemas informáticos que deben afrontar las nuevas corporaciones. Sólo resta saber qué papel jugará America Latina en un mundo que se reconvierte día a día.


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