El año 2009 será un año de incógnitos y desafíos. Por todos lados se leen y escuchan malas noticias y la recesión mundial ha dejado de ser un fantasma y es hoy una realidad.
EL mercado laboral de la región no escapa a este fenómeno. Desde mediados de 2008 muchas empresas han dejado de contratar personal nuevo y en algunos casos ni siquiera cubren las vacantes que quedan abiertas.
El mundo de IT tampoco escapa a la recesión o estancamiento laboral, si bien el impacto empieza a verse recién ahora, a principios de 2009. Sin embargo, sigue siendo un mercado vertical más tranquilo con menos saltos que otros. En muchos casos las empresas deben seguir invirtiendo en tecnología y mano de obra con estos conocimientos más aun con una crisis.
Sin embargo, aquellas empresas multinacionales con casa matriz en el primer mundo, deberán ajustar su personal independientemente de los resultados de la región ya que la política suele ser reducir en todo el mundo un porcentaje x de lo que denominan “headcount”.
La excepción quizás sea la de las empresas de offshoring de tecnología y recursos, en cuyo caso, pueden necesitar crecer en cantidad de empleados dado que aumenta la demanda de este tipo de servicios en países de América Latina donde las personas son muy capacitadas y los costos laborales son menores que otros países del primer mundo.
Una realidad es que las empresas, aún si deciden seguir contratando, serán mucho más exigentes en cuanto al perfil y menos flexibles en cuanto a rangos salariales que en años anteriores donde escaseaba la mano de obra calificada en las nuevas tecnologías. Hoy en día, la oferta de candidatos será mayor y por lo tanto los aspirantes a cambiar de empresa o a reinsertarse en alguna luego de algún proceso de reestructuración tendrán más competencia de pares, y probablemente deberán moderar sus aspiraciones en cuanto a sueldo y beneficios. Otro dato importante es que deberán dejar de lado la informalidad que caracterizaba a muchos para volverse nuevamente competitivos.
Sin embargo, del lado de las compañías, estas deberían cuidar a los talentos que tienen y valorar a aquellas personas que generan valor en la organización con sus conocimientos y actitudes. Es mucho más costoso perder a un buen empleado y tener que conseguir su reemplazo y luego de una crisis siempre viene una época mejor. Aprender de los errores del pasado y sostener a un buen equipo aún en aguas turbulentas es el mejor consejo para estar preparados para los desafíos. Hay otros ajustes importantes que se pueden hacer sin acudir al clásico recorte de personal.
Sería interesante que más allá de lo difícil que pueda resultar atravesar la crisis, ambos, empleados y empleadores logren un justo equilibrio en los acuerdos pre y post contrataciones logrando de esta forma que ambas partes estén conformes y que ninguna de ellas abuse de la otra. ¿Aprenderemos esta lección?
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Publicado por Agustina Paz el Lunes 30 de Marzo de 2009
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