Para navegar por Internet se puede zarpar de un telepuerto

Por Bruno Tórtora
TIBA es una empresa que se dedica a prestar soluciones satelitales. Quienes contratan sus servicios consumen un gran volumen de transmisión. Aunque nació para enviar señales de TV, de a poco fue explorando nuevos mercados y así llegó al mercado de Internet satelital. En palabras de Norberto Álvarez Vitale, CEO de la empresa, "existe una capacidad ociosa importante" en lo que a actividad satelital se refiere. Según su interpretación, esto se debe a "un error de cálculos al momento de fabricar y poner en órbita los satélites". Es que, a diferencia de otros mercados (como el de los celulares), el tema satelital no crece tan vertiginosamente. Sin embargo, las tendencias parecen ser similares: concentración, oligopolios y clientes cautivos. ¿Exceso de oferta o falta de demanda? Conozca una alternativa a la fibra óptica: el satélite.

Pensar que toneladas de equipos que cuestan 300 millones de dólares están girando alrededor de la Tierra podría quitarle el sueño a varios. Como si fueran moscas, los satélites geoestacionarios revolotean por los aires. Ellos, que habitan el espacio, conocen cada rincón del planeta; cada mar, cada montaña, cada lago. Observan y fotografían. Hacen las veces de espejos: reciben una señal y la devuelven, amplificada, a tierra. En pocas palabras, nos comunican. TIBA es un telepuerto internacional que fue integrado por profesionales argentinos y brinda servicio de transimisión satelital para TV e Internet.

TIBA se fundó en 1992. En ese momento había poca programación por lo que existía una oportunidad de incorporar señales que no eran los canales abiertos al cable. "Vimos la oportunidad de montar un telepuerto y empezar dar servicio", dijo Norberto Álvarez Vitale, CEO de la empresa. "Fue la primera compañía que hubo de up link dedicada al cable", agregó.

Los primeros clientes fueron Imagen Satelital con el canal ISAT, VCC con Cablín y el Hipódromo de San Isidro. "Luego de eso vino un crecimiento muy fuerte, fundamentalmente con los cableros argentinos". Esto coincidió con el auge de la TV por cable.

En 1994 se suma ESPN, de las primeras señales internacionales que hubo. Al principio se transmitía CNN e ESPN. En el caso particular de esta señal, como los deportes "prime time" americanos no son muy populares en Argentina (baseball y fútbol americano) y el canal quería darle un contenido más "localista", lo que se hacía era bajar la señal en el telepuerto y reemplazar estos contenidos y las tandas publicitarias que eran para América Latina. En lugar de ver los deportes populares en Estados Unidos, se los reemplazaba por polo, rugby y otros deportes más difundidos en el país.

En el comienzo, la programación era enlatada (así se llama en la jerga de la TV los productos ya grabados, precisamente porque en las primeras épocas de la industria mucho programas eran importados y venían en latas). El crecimiento de la compañía fue muy acelerado durante la época de las desregulaciones en telecomunicaciones y convertibilidad, desembocando, hacia fines del 94, en la incorporación de France Telecom como accionista de TIBA.

Entre 1994 y 1999 la empresa sólo se dedicaba a transportar señal de video, para televisión. Pero ese año se produjo un cambio accionario importante: Telecom vende su participación y entra General Electric. A partir de entonces dió inicio la expansión hacia el área de Internet satelital, fundamentalmente brindando servicios a los ISPs. "Nuestro rubro no era el de Impsat, COMSAT y las telefónicas. Tuvimos un crecimiento muy grande y entramos en mercados como Ecuador, Chile, Colombia, Venezuela, Paraguay y Uruguay", comentó Dan Zonnenschein, a cargo de VP Business Development.

1986 fue un año importante para los argentinos. Además de lograr el título en el mundial de fútbol de México, un decreto del Presidente de turno, Raúl Alfonsín, autorizó la bajada de señales de satélite. Esto le abrió las puertas al multimillonario negocio de la TV por cable, que en nuestro país había surgido como una necesidad por las extensas distancias entre los canales emisores y los hogares receptores del interior. Luego vinieron VCC, Cablevisión y Multicanal con Liberman, Eurnekián y Noble. TIBA es una consecuencia de esa época; en parte fue posible por un aspecto legal, en parte por una posibilidad tecnológica.

En lo que respecta al equipamiento, el área de Ingeniería es muy relevante para la compañía. Todo el telepuerto es propiedad de la empresa. Fue una gran inversión y el mismo personal de TIBA hizo la integración. La empresa está enfocada en pocos pero grandes clientes. No usan antenas VSAT, como los que se instalan en un hogar para que reciba televisión satelital, sino equipos más grandes. Esto se debe al foco de la empresa, ubicado en los proveedores de TV, los canales, y no en los usuarios finales.

Actualmente tiene oficinas en varios puntos de América, entre otros Montevideo, San Pablo y Buenos Aires ubicadas al lado de Canal 7. "Nos gusta que todo el hardware sea nuestro", comentó Álvarez Vitale, y explicó que una vez instalado, el hard se opera remotamente. Por otra parte, como todos los satélites que usan son geoestacionarios (se encuentran a 36.000 Km de altura), no hay una rotación demasiado importante en lo que a equipos se refiere: "El satélite no es algo como el celular. Hoy hay 20 o 30 marcas a nivel mundial que dominan el 80% del mercado. La masa crítica de necesidad de equipos de hardware es escasa".

Las razones de las decisiones

-¿Por qué brindar Internet?-

"Es un negocio de volumen. Nosotros teníamos una masa crítica para aprovechar en otras ramas. No somos una compañía con miles de clientes. Pero son de alta facturación y consumen mucho (AT&T en su momento por ejemplo). Pasamos a tener 400Mb de Internet puros sin concentración en menos de un año. Entramos a las cooperativas telefónicas argentinas que no consumían mucho volumen pero eran muchas. En menos de 6 meses pasamos a tener 25 cooperativas".

-El tipo de cliente al que apuntan, ¿no acota mucho el mercado?-

"En el interior del país nosotros nos posicionamos muy bien. Pero no tenemos una estructura para tener clientes de u$s 500. No es nuestro perfil. Damos un nivel de atención que otras empresas no pueden dar, porque tenemos 100 clientes pero la colaboración es muy grande", comentó Zonnenschein.

-¿Por qué DirecTV transmite en banda Ku y TIBA en banda C siendo ambos usuarios de satélites geoestacionarios?-

"Los haces de la banda Ku son más chicos y permiten usar antenas más chicas. Para banda C se usan antenas más grandes. TIBA transmite en banda C porque no es tan susceptible como la Ku a la lluvia y son señales que no pueden cortarse. Cuando hay que ir de acá a Europa o a EEUU, se usa la C, pero para llegar a las empresas o clientes finales se usa Ku, porque permite antenas más pequeñas y baratas; además si se corta la transmisión no es algo tan crítico. La banda C no sufre tantas interrupciones, pero requiere equipos más caros y grandes", explicaron.

-Ya se está implementando la HDTV (televisión de alta definición), ¿qué diferencia tiene con la que estamos acostumbrados a ver?-

"Cuando uno ve un partido de fútbol y la cámara enfoca al jugador, si el fondo es la tribuna, se ve como una mancha de colores. Con HDTV se ven las caras, los colores: las personas. Lo que es algo verde ahora, se ve como es: una hoja de pasto. En EEUU el Superbowl se hizo en HDTV y fue un éxito. Es muy parecido al cine, pero en casa", respondió Álvarez Vitale.

-¿A qué llevan las tendencias de concentración en el mercado?-

"Para los satélites geoestacionarios, antes había 6 grandes compañías que dominaban el 50% del mercado y otras 15 de menor participación. Desde que entraron los fondos de inversión se dió todo lo que es consolidación. Es decir, van a empezar a hundirse entre ellos. Vía la consolidación tienen más masa crítica, mejores costos, y por ende mayor rentabilidad. Hay empresas que compran de a 10 satélites, cuando la empresa que tiene uno sólo tiene otros costos. Este tipo de compañía tiene pocas posibilidades de sobrevivir. Concretamente, la ley del mercado dice que cada vez son más grandes los grandes. No se van a lanzar tantos satélites sino que se va a buscar maximizar los negocios ya existentes", vaticinó el CEO de TIBA.

-¿Qué costo tiene poner un satélite en órbita?-

"Entre 250 y 300 millones de dólares. Lo que sucede es que un satélite de las grandes compañías tiene 100 transponders, contra 25 o 30 que tiene el de una empresa más pequeña. A raíz de esto tiene mucha más capacidad de transmisión uno que el otro, cuando el costo es casi el mismo".

-¿Cuál es el ritmo de crecimiento de la fabricación de satélites?-

"Se sobreestimó la demanda y se construyó de más. Existe, pero se fabricó como si fuera a crecer un 30% todos los años; y crece un 5%... Por otro lado la capacidad de la fibra crece tan rápido que la tecnología hace que no haga falta fabricar más fibra. No habrá mucho más volumen, sino más territorio a cubrir, ya que cada vez tiene más capacidad el tendido ya instalado", adelantó Álvarez Vitale. El tiempo dirá si tiene razón.


Más información: www.tiba.com.